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| CÉSAR QUIAN |
Paco Herrera se convirtió ayer en centenario. El entrenador catalán alcanzaba la efeméride, curiosamente, en el enfrentamiento ante el Deportivo. El protagonismo se lo llevaba el regreso del derbi gallego a la máxima categoría. Era la ocasión perfecta para sumar otro registro en el banquillo del equipo vigués. Las 50 victorias estaban a 90 minutos. Todo se juntaba para un hombre que devolvió al Celta a Primera División.
El conjunto céltico tuvo ocasiones para doblegar a su eterno rival. Perdonó, aunque padeció una mala decisión de Undiano Mallenco. El navarro perdonó la segunda amarilla a Zé Castro. Un indulto que no tuvo con Gustavo Cabral, al que expulsó por doble amonestación en menos de cinco jugadas. Quedaba todavía más de media hora de partido.
El entrenador céltico hizo su trabajo. Dio la alternativa a Samuel, que debutaba tanto en Primera División como con la elástica celeste en competición oficial. Sus dos siguientes decisiones fueron los cambios de Toni por Augusto y Park por Aspas. El cuadro celeste tuvo oportunidades más claras aunque, al final, Herrera se queda a las puertas de sumar su triunfo número 50 como entrenador celeste. El miércoles podrá lograrlo en Copa del Rey ante la UD Almería.
Carlos I. Castrillón
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