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| ALBERTO LIJÓ |
No hay enfermedad, pero empiezan a intuirse los primeros síntomas. La política de renovaciones y mejoras de contrato que emprendió el Celta el pasado verano amenaza con enturbiar la paz social de un vestuario que, en los últimos cursos, ha presumido –con razón– de esta tranquilidad interna. Y el técnico, Paco Herrera, ya ha comunicado, de forma expresa, a los dirigentes su preocupación acerca de este virus que se está incubando en A Madroa.
El club decidió el pasado verano acometer cuanto antes dos casos: Iago Aspas y Hugo Mallo. Las ofertas habidas aconsejaron, al parecer de la directiva celeste, la celeridad de movimientos y ambos han pactado una mejora de su contrato que incluye su prolongación por una temporada más, hasta 2017. Con Andrés Túñez ya se han iniciado los primeros contactos y se espera que sea el próximo acuerdo.
Pero esta premura y la pausa que se ha tomado el club tras el inicio de temporada están levantando suspicacias entre jugadores de similar perfil. Con dos temas principales: Roberto Lago y Álex López. Y ambas negociaciones prometen ser más complicadas precisamente por el ambiente enrarecido que se ha creado.
Los dos futbolistas mantienen la amabilidad en sus palabras, pero en sus entornos se reconoce que ambos se sienten minusvalorados. Y tal situación escuece todavía más cuando, como el pasado sábado en Granada, se quedan fuera del once titular, lo que ha provocado que ambos rechazasen hacer declaraciones esta semana.
La mayor urgencia se tiene con Lago, ya que su contrato termina esta misma temporada. El club, según adelantó ayer la Cadena Cope, confía en iniciar las conversaciones en los próximos días, aunque su agente, Pelayo García, todavía no tenía noticia de ello. La predisposición es buena –'no veo por qué no se va a llegar a un acuerdo', dice–, pero el representante del de O Calvario no oculta que parten de una postura de cierta fuerza en la negociación o que, al menos, la asumen con tranquilidad: 'A día de hoy, no me supone ningún problema que el Celta no llame. Sabemos que un jugador como Roberto va a tener opciones. Un lateral izquierdo, de mucha proyección, que se lesiona muy poco y que acaba contrato. Está en una situación de mercado inmejorable'.
Mucho más tiempo de contrato le queda a Álex López, que no acaba hasta 2016, precisamente la fecha en la que terminaban también los de Aspas y Mallo. De ahí que su agente, Félix Gende, deje claro que 'no tenemos nada que exigir al Celta. Este tipo de renovaciones son un detalle del club. Si ellos creen que Álex no se lo merece, poco podemos hacer'. Mientras, se espera que ambos vuelvan mañana a un once inicial del que salieron en Granada.
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