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VERÓNICA MARTÍNEZ |
Quique de Lucas se había perdido dos partidos por problemas musculares. Ayer volvió. Salió en el minuto 82 por Aspas. Tres después apareció por la izquierda para rematar de cabeza un centro de Augusto y lograr el segundo gol. De Lucas estaba feliz, por su aportación y por la importante victoria ante el Sevilla: "Ha sido un partido completo, duro, como todos los que vamos a tener y ante un rival que venía jugando bien", explicó.
Lo más positivo, para De Lucas, es la imagen que dio el Celta: "Estamos demostrando ser competitivos en casa y ahora nos queda serlo fuera. Estoy contento por el gol tras un mes complicado con las lesiones. No vamos a tener miedo a nadie. No queremos tener el síndrome de Peter Pan, queremos crecer", añadió.
Javier Conde / Faro de Vigo
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