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JORGE LANDÍN |
Los marcadores de Balaídos reflejaban un 1-1 que dejaba todo en el aire. Corría el minuto 50 de partido y el deportivista Riki encaraba el área desde banda derecha cuando Gustavo Cabral le detenía con una falta que Undiano Mallenco consideró merecedora de tarjeta amarilla. Era la segunda para el defensa central del Celta, que cuatro minutos antes había visto la primera en otra acción con el futbolista coruñés.
Balaídos protestó. En la primera mitad Undiano Mallenco había perdonado al deportivista Zé Castro la segunda tarjeta amarilla en una acción muy similar a la de Cabral con Riki. La expresión doble rasero se escuchaba en cada esquina de Balaídos, en la rueda de prensa de Paco Herrera y también ayer de boca del protagonista. «Sin duda hubo doble rasero. Para mí [el árbitro] no tuvo el mismo criterio en las dos acciones. De las amarillas no me quejo, pero la rigurosidad no estuvo igualada», valoraba Cabral.
El defensa del Celta no cuestiona si su segunda falta a Riki era o no sancianable. «Yo no me quejo de la amarilla que sacó», insiste, pero sí del doble rasero. «En el primer tiempo en una jugada parecida con otro defensor del Deportivo no fue riguroso, no quiso sacar la segunda amarilla en una jugada muy similar. De ahí que no tenga queja de la que me sacó, sino de la rigurosidad que hubo en una acción y no en la otra».
La expulsión de Gustavo Cabral ha sido la primera que ha visto el Celta en lo que llevamos de campeonato. Hasta el momento el equipo de Paco Herrera no se había visto en la tesitura de quedarse en inferioridad numérica, aunque lo cierto es que el conjunto celeste supo afrontar con valentía ese revés ante el Deportivo. El equipo se vació e incluso se mostró superior a los visitantes en cuanto a dominio.
Esto, sin embargo no impidió el desasosiego de Cabral. «La verdad es que uno se va con mucha bronca en ese sentido. No jugar el segundo tiempo de un derbi molesta mucho», admitía ayer el futbolista argentino, que además de reconocer la intensidad que se había vivido durante el choque, alababa el esfuerzo de sus compañeros tras su expulsión. «La expulsión molesta mucho porque es un derbi, y uno lo juega con mucha intensidad, pero por suerte no se perdió. Hizo un esfuerzo muy grande para mantener el uno a uno y que no nos convirtieran, y la verdad es que incluso tuvimos situaciones para ganarlo», recordaba el jugador celeste. La expulsión de Cabral, que hasta el momento había disputado todos los minutos de la temporada, le impdeirá jugar en el Camp Nou.
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