La selección española: ¿quimera o posibilidad futura?


LA VOZ DE GALICIA

En plena semana de selecciones y con el combinado nacional de visita por Galicia, Roberto Lago fue preguntado el pasado miércoles sobre si aventura alguna posibilidad de vestir la camiseta de la Roja en un futuro. El canterano celeste, sorprendido, demostró tener los pies en la tierra y aseguró que eso es algo que a día de hoy está muy lejano, tanto para él como para el resto de sus compañeros. La inexperiencia en la máxima categoría de los futbolistas del Celta, la gran mayoría de ellos debutantes, y especialmente el elevado nivel de la selección en el presente, hacen que parezca casi imposible que cualquier canterano celeste pueda jugar a las órdenes de Vicente Del Bosque a día de hoy. Pero, ¿y en un futuro? ¿Podrían alguno de los productos de A Madroa tener un hueco en la lista del técnico salmantino de aquí a unos años? ¿Quién tendría más posibilidades?
   
Si hubiese que apostar, probablemente serían tres nombres los que saldrían a la palestra. El primero el de Hugo Mallo, internacional en las categorías inferiores de la selección y que ya ha alcanzado la sub 21, ofreciendo un rendimiento más que notable. Además, la demarcación de lateral derecho quizás sea de las más accesibles por el menor nivel de la competencia, al menos si se compara con otras zonas del campo. Arbeloa es un fijo para Del Bosque, aunque no sea del agrado de gran parte del público, mientras que Juanfran se ha erigido como sustituto del madridista. Hombres como Montoya, Azpilicueta o Hugo Mallo pueden ser el relevo, siempre dependiendo de su evolución.
   
También Álex López, un futbolista clave para el Celta y que ha despertado un gran interés en diversos clubes de Primera como el Valencia, el Betis o el Mallorca. Pese a su calidad y a la gran proyección que se le presupone, el ferrolano cuenta con el hándicap de desenvolverse en la demarcación más saturada del combinado nacional. España se ha convertido en una fábrica de centrocampistas ofensivos de un nivel excelso. Los Iniesta, Xavi, Xabi Alonso, Cazorla o Silva son indiscutibles. Detrás vienen los Thiago, Herrera, Beñat y, quién sabe, si Álex López. Un ejemplo que invita a la esperanza es el del futbolista bético, hace tan sólo dos años un auténtico desconocido en Segunda y que tras una gran temporada en la élite se ha ganado la confianza de Del Bosque. Si Álex se adapta bien a la categoría y muestra el nivel que se le presupone, todo es posible.
   
Y, cómo no, Iago Aspas. El de Moaña está en plena explosión y aún no ha alcanzado su límite. Evidentemente todavía no ha demostrado nada en la élite, pero ha dejado pinceladas de lo que puede ofrecer. Dijo esta semana que peleará por ser el máximo goleador nacional, objetivo difícil para un debutante. Pero tratándose de Aspas, un futbolista que pasó de ser un mediapunta desequilibrante a un goleador capaz de anotar 23 dianas, nada es imposible. Si rinde como se espera y sigue encontrando clarividencia de cara al marco rival, quién sabe si puede o no vestir la Roja en unos años. Además, está demostrado que los “delanteros mentirosos”, con movilidad y capacidad de asociarse son muy del agrado de Del Bosque.

Para otros hombres como Oubiña, internacional en su día pero al que la lesión le alejó de la Roja, Roberto Lago, Toni o Sergio parece mucho más difícil, aunque nunca se sabe. Además, por detrás vienen pisando fuerte otros jugadores como Jonny, Rubén Blanco o Yelko Pino, indiscutibles en las inferiores de la selección y que podrían alcanzar la absoluta en un futuro.
   
El Celta ha formado un equipo plagado de futbolistas de la casa que poco a poco continúa quemando etapas. Como bien dijo Roberto Lago, la selección es algo que queda muy lejos para todos. A día de hoy resulta impensable que algo así suceda, pero cosas más raras se han visto. ¿Realmente es posible que algún canterano celeste pueda vestir la elástica de la campeona del Mundo y bicampeona de Europa en un par de años vista?

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