Lo realmente importante


BRAIS ALONSO
El adelanto del comienzo de la Liga, manteniendo la misma fecha del cierre del mercado de fichajes, convierte estos días en un caos,  con la afición pendiente de las primeras jornadas, de las posibles salidas y de las contrataciones, en una mezcla de informaciones que pueden llevar a despistarnos de lo que realmente importa, que es el fútbol. Y el fútbol regresa esta tarde con un partido importantísimo que servirá para que el Celta se mida ante un rival que teóricamente comparte aspiraciones con los de Herrera, y que servirá para darnos una idea del nivel de este Celta que aún debe definir su plantilla. 

En las últimas horas, el partido de esta tarde ha pasado a un segundo plano. Primero con el fichaje de Krohn-Delhi, un delantero danés que actuará por banda izquierda, y que podría ser titular esta misma tarde, y luego con los nombres que han sonado sin parar en los últimos días: Park Chu-Young, Jonathan Pereira, Bendtner, Guidetti y compañía. Futbolistas que hasta hace poco solo se podían fichar en el PES y que ahora podrían vestir la camiseta celeste. Todo ello ha llevado a que el partido de esta tarde no se viva con la expectación necesaria, al menos según mi percepción. 

En Anoeta se empezarán a decidir y definir ciertas cosas. La derrota ante el Málaga en la primera jornada no deja al Celta en una situación insalvable ni mucho menos, pero si es cierto que una derrota ante los donostiarras dejaría al equipo en una posición incómoda, molesta. Nada más que eso, ya que queda mucha liga por delante. Por contra, todo lo que sea traer algún punto de San Sebastián, o incluso la victoria, reforzaría al conjunto de Paco Herrera, que obtendría la tranquilidad suficiente para continuar con su trabajo. Y aunque da la sensación de que la afición este año será más paciente que en año precedentes,  no estaría de más darles motivos para que esa confianza no se pierda tan fácilmente. 

El equipo ha trabajo ajeno a todos los movimientos y rumores del mercado, preparando con profesionalidad el partido. El aficionado lo vive de otro modo. La ilusión de las llegadas, provocada por la calidad de los nombres que han sonado, hace que el partido tal vez pase a un segundo plano, pero cuando el árbitro decrete el comienzo del choque, a buen seguro que todos nos olvidaremos de rumores, traspasos, cesiones, llegadas y de Corea del Sur, porque al fin y al cabo lo que a todos nos motiva y nos apasiona es que el balón ruede en un partido del Celta. Y hay que aprovecharlo, porque eso solo pasa 38 veces en todo el año. 

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