![]() |
RICARDO GROBAS |
El técnico catalán priorizaba en mejorar el ataque. Si estas piezas funcionaban veía al cuadro celeste en perfectas condiciones de asumir el objetivo del ascenso. El celtismo vivía una pretemporada muy similar a las anteriores. La ilusión era la tónica general, pero el cambio de rumbo nunca se producía cuando comenzaba la temporada.
David Rodríguez era el elegido para cubrir la vacante dejada por Joselu y por los dos "nueves" cuyo paso por Vigo fue testimonial (Arthuro y Cellerino). En su primera etapa había dejado buenas sensaciones, aunque ahora llegaba para convertirse en el ariete de un equipo que buscaba lograr el billete a Primera División.
El talaverano demostró que las segundas partes no tienen porque ser siempre malas. Se hizo con el puesto de "nueve" en detrimento de Papadopoulos. El sistema planteado por Paco Herrera –transiciones rápidas para matar a la contra- provocó que formase una pareja letal con Quique de Lucas, el primer fichaje de la era Herrera como técnico celeste.
El cuadro olívico firmaba un comienzo de temporada espectacular. La afición tenía motivos para creer en el ascenso. El talaverano y el catalán lideraban a ese equipo. La velocidad de ambos era perfecta para culminar esas contras diseñadas por Paco Herrera y su cuerpo técnico. El Celta volvía a saborear el éxito. Dejaba atrás tres temporadas para olvidar, en las que el ascenso se había convertido en una quimera.
El conjunto vigués presentaba su candidatura a retornar a la máxima categoría en el inicio de la segunda vuelta. David Rodríguez y De Lucas seguían haciendo de las suyas. Protagonizaban una goleada ante el Numancia (4-0) que devolvía la Rianxeira a Balaídos. Poco después, el Celta alcanzaría -venciendo al Tenerife (1-0)- el liderato de la categoría. El cambio de rumbo, de objetivo, estaba más que garantizado.
Sin embargo, el rendimiento de la dupla De Lucas – David cayó en el último tercio de la temporada. El mal momento de forma repercutió de lleno en la trayectoria de un Celta que se quedaba a las puertas del play-off en Granada.
El curso pasado la sociedad que formaban el catalán y el toledano volvía a hacer de las suyas. La goleada al Murcia en el primer partido de la competición (1-3) llevaba su firma (dos dianas de De Lucas y una de David). Pero la pasada temporada esta dupla no tuvo el mismo protagonismo que la anterior. La irrupción de Iago Aspas como delantero centro dejó a "DR18" sin minutos. A pesar de tener una segunda vuelta casi testimonial, David Rodríguez logró nueve goles que contribuyeron a que el Celta regresase a la máxima categoría. Ahora la duda es saber cuál será la nueva pareja del tercer proyecto de Herrera. La de la pasada temporada, Aspas – Orellana, tampoco podrá repetirse. Por lo visto en las dos primeras jornadas, el moañés y el catalán son los encargados de liderar el potencial ofensivo de un conjunto vigués al que todavía falta por llegar la última pieza para el ataque.
0 comments:
Publicar un comentario