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| DAVID PENELA |
Michel Krohn-Dehli es un 'rara avis' en el actual vestuario celeste. Ya no sólo porque nunca ha habido otro danés vistiendo la camiseta céltica, sino porque por estos lares ya se había perdido la tendencia, otrora normal, de utilizar el inglés como lengua de comunicación para los nuevos futbolistas. Ayer, el nuevo céltico vivió su primer día 'normal' de trabajo y se le pudo ver enfrascado en el entrenamiento, con buena actitud, pero un tanto aislado del grupo. Porque en el Celta, en los últimos años sólo el griego Dimitrios Papadopoulos rompió el monopolio del castellano como lengua vehicular.
En lo físico, el danés confirmó lo que ya se sabía: que está para jugar este mismo sábado si Paco Herera lo considera necesario. Participó como uno más en una sesión no demasiado exigente, bien es cierto, en la que el técnico trabajó especialmente las llegadas por bandas en el juego ofensivo. Krohn-Dehli ocupó la banda zurda y empezó a poner centros a los delanteros célticos.
En cuanto a la socialización, el tema del idioma va a requerir del danés y de sus compañeros un esfuerzo. De los integrantes de la plantilla, dos se han mostrado especiamente solícitos en la atención del recién llegado por el hecho de dominar el idioma de Shakespeare por su pasado deportivo: Borja Oubiña y Quique de Lucas. El primero, por su doble vertiente de capitán y angloparlante.
En ambos se apoyó el nuevo futbolista céltico en sus primeras horas dentro de la plantilla. Tampoco tendrá problema en este sentido con el técnico celeste, Paco Herrera, que pasó dos temporadas (2004/2005 y 2005/2006) en Inglaterra a las órdenes de Rafa Benítez en el Liverpool.
Estos problemas idiomáticos son un síntoma más de la internacionalización de la plantilla en su retorno a Primera. La dirección deportiva ha abierto este verano las opciones de fichaje al mercado foráneo, un tanto abandonado en los últimos cursos. Eso sí, hasta Krohn-Dehli todos eran castellano hablantes. Habrá que acudir a la escuela de idiomas.
Santi Alonso / Atlántico
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