A Mido siempre se le recordará en Vigo como aquel delantero que llegó en el mes de febrero dispuesto a revolucionar al Celta. Un futbolista fundamental en la consecución de aquella clasificación para la Champions que logró el conjunto vigués con Lotina en el banquillo. Fue la temporada 2002-03, y ante la acuciante sequía goleadora de Catanha y Benni McCarthy, Félix Carnero se trajo a un futbolista egipcio con fama de díscolo, que era suplente en el Ajax por sus problemas personales con Koeman. En Vigo no jugó muchos partidos, pero solo fue necesario que vistiese 8 veces la zamarra celeste para anotar cuatro goles. Todos ellos importantísimos, todos ellos clave para lograr el ansiado objetivo.
Tras finalizar su cesión, el Celta negoció la adquisición en propiedad de sus derechos. Era imposible. La crisis comenzaba a aflorar en Balaídos y Horacio prefirió no seguir aumentando el pozo y la sangría económica que anticipaba la futura bancarrota. Mido se marchó y fue traspasado al Olympique de Marsella, que pagó 12 millones por sus servicios. Con los franceses disputaría una sola temporada anotando 7 goles en 22 partidos. Primer fracaso del egipcio, que dejó su valor a la mitad, ya que al término de ese año sería traspasado al Roma por seis millones de euros.
Su desembarco en la Liga italiana tampoco fue todo lo exitoso que cabría esperar. 8 partidos sin goles y en su primera etapa, tras la cual sería cedido al Tottenham. En temporada y media anotaría 13 goles en 36 partidos, por lo que, una vez finalizada la cesión el club inglés lo compraría por 6,75 millones de euros, para venderlo un año después por 9 millones a un Middlesbrough que realizó un desembolso del que posiblemente se arrepintió después de que el egipcio solo anotase 6 goles en temporada y media.
Es la historia de la vida futbolística de Mido. Condenado a vagar de equipo en equipo, sin encontrar acomodo. Marcando muchos goles de los que se le presuponía cuando era fichado. Después de jugar en el "Boro" aún se vistió la camiseta del Wigan, el Zamalek de su Egipto natal, el West Ham, el Middlesbrough nuevamente, el Ajax de Amsterdam y, por fin, esta temporada tras vivir dos años fuera de las islas, regresó al fútbol inglés, concretamente al Barnsley, un equipo de la Segunda División inglesa. Hasta el mes de junio pertenecía al Zamalek. Mido se enfrenta al reto de realizar una buena campaña con su nuevo equipo, que el año pasado peleó por la permanencia en la categoría. Ellos esperan que este año sea el de la explosión definitiva de Mido, si es que llega algún día.
A su llegada al club inglés, el delantero de 29 años mostró su ilusión por ese nuevo fichaje: "Si los fans están emocionados por mi firma será bueno porque estoy emocionado de estar aquí y marcar goles", señalaba el ex jugador del Celta. "Todo lo que quiero hacer es un trabajo muy duro en la pretmeporada", explicó saliendo al paso de las insinuaciones acerca de su ética de trabajo: "Obviamente he tenido algunos problemas y desencuentros con los clubes en el pasado y creo que probablemente se ha creado una mala reputación que me alejado de otros clubes". Todos firmaríamos volver a fichar al Mido de 2003.
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