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RICARDO GROBAS |
Las derrotas nunca son fáciles de digerir. Pero en pretemporada duelen menos, sobre todo si se producen frente a un gran rival y en el partido hay buenas noticias de los jugadores que acaban de incorporarse al equipo. Y los nuevos fichajes del Celta fueron de lo mejorcito que ofreció ayer el conjunto de Herrera ante el poderoso FC Porto.
Javi Varas, el portero sevillano, ofreció una espléndida muestra de su calidad entre los palos con dos paradas soberbias, la primera, antológica, volando para despejar a córner un zurdazo inmisericorde de James Rodríguez; más tarde desactivó un mano a mano con Djalma después de que el lateral del Oporto dejase en evidencia a Bellvís. Toda una exhibición de buena colocación y reflejos.
No menos solvente fue la actuación del defensa central argentino Gustavo Cabral. Pese a estar menos rodado que sus compañeros, el zaguero porteño se mostró contundente y rápido en el corte, seguro en el juego aéreo y muy solvente en la colocación. Le ayudó el compromiso de Vila, ayer de medio centro pero siempre solidario en la ayuda, y el buen desempeño de Túñez, que también ofreció un alto nivel. Aunque los problemas defensivos crecieron en el segundo tiempo, cuando el Porto decidió lanzarse a por el partido y empujó al Celta hacia su área, no desentonó Samuel Llorca, que dio toda un ejemplo de rapidez y atención sacando sobre la misma línea lo que parecía un gol cantado de Atsu.
El buen desempeño y rápida adaptación de los fichajes para la defensa contrasta sin embargo con la pobre pegada exhibida por el equipo en la parcela de ataque, donde apenas brillaron de forma intermitente De Lucas, ayer en banda izquierda debido a la falta de efectivos zurdos, y hacia el final del partido también Iago Aspas y Toni.
Faro de Vigo
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