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| MARTA G. BREA |
El Celta tiene un problema con Jota. El futbolista no es del agrado de Paco Herrera y tampoco ha encajado bien en el vestuario, pero es joven y tiene un futuro prometedor por delante. Es el mayor talento que ha surgido de la cantera en los últimpos tiempos y en Praza de España saben que es un error desprenderse de él, pero tampoco es conveniente tenerlo en el primer equipo sin jugar. Necsita minutos, necesita crecer como futbolista. Paco Herrera es el entrenador actual, pero en este fútbol tan cambiante, nadie garantiza que lo siga siendo el año que viene.
Así las cosas, el Celta no quiere perder esta baza de futuro, pero entre todos la están gestionando fatal. El futbolista, decepcionado por no tener oportunidades en el primer equipo, algo que no viene de ahora sino que se arrastra del pasado curso, quiere buscar una salida, y su mejor opción es el Real Madrid. Jugaría en el Castilla, que es todo un escaparate para las jóvenes promesas, que pasan a ser conocidas por todo el mundillo del fútbol gracias al empeño de los medios madrileños.
Para el Celta podría ser una buena opción que jugase cedido en Segunda, pero no en el Castilla, ya que el Real Madrid no va a aceptar una cesión. No están los de Conha Espina para formar futboolistas de otras canteras sin obtener nada a cambio. Lo quieren en propiedad, y lo habitual en estos equipos es camelar a los futbolistas, venderles su moto y que estos fuercen su salida. A pequeña escala algo similar a lo sucedido con Modric y el Tottenham. El Celta prefiere al Lugo, pero el jugador debe decidir. Complicada resolución.
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