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| EFE |
Dos millones de euros. Éste es el precio en que el Betis ha tasado a Jonathan Pereira y no prevé moverse de esta cifra, al menos hasta que lleguen los refuerzos de ataque que ha solicitado el técnico verdiblanco, Pepe Mel, y que podrían tener la llave del fichaje del delantero vigués por el Celta. El paraguayo Roque Santa Cruz y el canario Juanfran, del Castilla, son las opciones que trata de incorporar el equipo sevillano, de momento sin éxito.
Las exigencias del Betis están muy lejos de lo que el Celta ha ofrecido y está dispuesto a pagar por el artillero. El club vigués propuso en un primer momento hacerse con la mitad del pase del futbolista, pero el equipo sevillano se cerró desde el primer momento en banda a esta posibilidad. Posteriormente, el pasado jueves, el Celta presentó al Betis una oferta formal que no alcanzaba el millón de euros, muy lejos, por tanto, de sus exigencias. En Sevilla se aseguraba que el equipo vigués había incrementado ayer su oferta hasta 1,3 millones, extremo que se niega en Plaza de España, donde se señala que el vigués no es la única operación abierta para reforzar las posiciones de ataque.
Ninguno de los dos clubes parece, en todo, caso tener prisa por impulsar la negociación. El Betis se escuda en que el futbolista entra en sus planes para mantenerse inflexible, si bien reconoce que la llegada de otros jugadores de ataque podría relajar su postura. De todos modos, en Heliópolis se afirma que Pereira no abandonará la disciplina verdiblanca por menos de un millón y medio de euros, una cantidad, sobre el papel, demasiado elevada para las posibilidades económicas del Celta, que tiene que firmar a dos o tres futbolistas más para cerrar su plantilla.
Todo hace indicar que la negociación va a prolongarse todavía algún tiempo, si es que no acaba por estancarse. Desde el entorno del jugador se esperaba que se produjese algún avance en la negociación antes de que el Betis viajase el viernes a Alemania para la concentración de pretemporada. El agente de Pereira, Javier Picallo, temía que si ninguno de los dos equipos flexibilizaba su postura la operación acabase por enfriarse. Picallo era optimista sobre la posibilidad de que Pereira vistiese el próximo curso de celeste aunque admitía que el acuerdo dependía de que el Betis se reforzarse y ambos equipos cediesen en sus pretensiones.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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