Los apóstoles de la cantera


Foto: Ricardo Grobas
La cantera estuvo representada por tres futbolistas del filial en todos los actos que el Celta celebró con motivo de su ascenso a Primera División. Rubén Blanco, Víctor Vázquez y Jota han sido los apóstoles de A Madroa en el baño de multitudes que disfrutó el primer equipo céltico en los últimos días. Agradecen al club la invitación, que les ha permitido vivir momentos inolvidables, apuntan, como la respuesta de la afición tras el partido ante el Córdoba.

El Celta no quiso olvidarse de la cantera en las celebraciones por el ascenso a Primera. El portero Rubén Blanco, el defensa Víctor Vázquez y el centrocampista Jota han formado parte del grupo de jugadores que ha recibido el homenaje de la afición por el éxito alcanzado tras empatar el domingo pasado ante el Córdoba. 

Los tres jóvenes han representado en los festejos a las categorías inferiores de A Madroa, de donde ha surgido la mitad de los jugadores que ha utilizado Paco Herrera en la triunfal temporada. Los tres canteranos se han podido desquitar de la amargura que supuso el descenso a Tercera del filial céltico. 

De la tristeza en Albacete han pasado a la alegría desbordante en apenas un par de semanas. "Del negro al blanco", describía ayer Víctor Vázquez la situación vivida por él y sus dos compañeros. "Hemos vivido las dos caras de la moneda", añadía José Ignacio Peleteiro, Jota, una vez que completaron la gira por las instituciones autonómica y provincial. "Lo del filial fue un mal trago y después el club nos dio la oportunidad de poder vivir este ascenso, que lo hemos disfrutado al máximo", indicó el centrocampista, que, sin embargo, completó una gran temporada, pues concluyó entre los máximos goleadores de la categoría de bronce, con 16 tantos. 

Una vez que concluyeron la Liga con el Celta B, Herrera los reclamó para que continuasen entrenando con el primer equipo, con el que han trabajado regularmente durante todo el año. De hecho, tanto Víctor como Jota ya habían debutado en Segunda A. Por su parte, Rubén, pese a su juventud, –el 25 de julio cumplirá 17 años– fue convocado en un par de ocasiones. 

A pesar de la fatiga de haber disfrutado de tres jornadas seguidas de fiesta, los canteranos mantienen la alegría de haber vivido algo inolvidable. De todos los recuerdos que se agolpan en en cerebro, tanto el defensa como el centrocampista coinciden en asegurar que la respuesta de los aficionados tras el ascenso es la imagen imborrable que se llevan de vacaciones.
"El ambiente que se vivió en la ciudad es lo que me quedará grabado para siempre. Saber que con tu trabajo eres capaz de hacer feliz a tanta gente no se me olvidará jamás", destaca Víctor.

El defensa de Marín y el centrocampista de A Pobra do Caramiñal se muestran "muy agradecidos" al club y a sus compañeros por permitirles disfrutar del ascenso. "Lo que vivimos en Balaídos, al finalizar el partido, y después en Praza América nunca se ve olvidará porque fue algo increíble. No hay palabras para describir lo que vivimos encima del autobús esa noche. Es inolvidable", incide Jota. Los dos canteranos –a Rubén no se le permite hablar por ser menor de edad– se han sentido héroes del ascenso, en cuya celebración han participado como los apóstoles de A Madroa.

Jaime Conde / Faro de Vigo 

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