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Jordi Alba ha sido finalmente traspasado al Barcelona por un montante de 14 millones de euros, según informan los medios de comunicación. Casi una ganga teniendo en cuenta la sensacional Eurocopa que está realizando el valencianista, una de las sensaciones del torneo y uno de los baluartes del combinado español dirigido por Del Bosque.
Para el Valencia, supone una inyección de dinero muy importante, más necesaria que nunca, y que podrá fortalecer las debilitadas arcas ché, que cuenta sus deudas por millones. Sin embargo, el agujero económico que tapa la venta de Alba no oculta el hueco que puede dejar el internacional español en en lo deportivo. Así las cosas, el equipo de Pellegrino escrutará el mercado en busca de un sustituto bueno, bonito y barato.
Y ahí podrían entrar las opciones de Roberto Lago, que ya estuvo en la agenda ché el pasado invierno, y que podría volver a sonar con fuerza ahora que los de Mestalla disponen del dinero fresco obtenido por la venta de Alba. Eso sí, no será mucho, pero es posible que se puedan plantar en Vigo con una oferta cercana a los dos millones de euros. Recientemente el club ha mostrado una posición de fuerza en cuanto a los traspasos. Ya no es necesario vender, y se nombraba a Álex López o Iago Aspas como valores patrimoniales del club.
La situación de Lago es muy diferente. El del Calvario concluye contrato en 2013, por lo que podría abandonar la entidad celeste el próximo verano sin dejar un duro en las arcas, motivo por el cual el Celta podría plantearse un traspaso en caso de no alcanzar un acuerdo para su renovación, que es prioritario desde hace muchos meses pero no llega a culminarse. Así las cosas, no sería de extrañar que en las próximas fechas se reactive el interés valencianista y este tema dé mucho que hablar.
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