Hora de demostrar


Xoán Carlos Gil

Mucho se ha hablado estos últimos años de la política de cantera que ha seguido el Real Club Celta de Vigo en el reciente lustro en Segunda. Una cosa es incuestionable. De los 21 futbolistas que formaron la plantilla del ascenso, 11 de ellos han sido formados en A Madroa o cuanto menos han pasado por su filial. Además, hasta 7 de ellos han sido titulares habitualmente. Sin embargo, con el equipo en Primera División llega el momento de demostrar la creencia en este modelo, la confianza en una apuesta que para unos surge de la necesidad y para otros de la convicción en una idea.
   
¿Qué hará el Celta la temporada que viene? ¿Olvidará por completo sus categorías inferiores y buscará fichajes foráneos como suele ser práctica habitual del club en Primera? ¿Será consecuente con su política y apostará por los chavales de la casa? Es una interesante pregunta.
   
Muchos piensan que la irrupción de tan elevada cantidad de canteranos en el primer equipo es fruto de la mala situación económica, la cual ha obligado al club a tirar de la cantera para subsistir. Otros incluso van más allá y comentan que sólo la valentía de Eusebio, quien en apenas año y medio ascendió a muchos chavales del filial, explica el ingente número de futbolistas autóctonos en la plantilla. Y lo cierto es que los precedentes les dan la razón. En el anterior ascenso a Segunda participaron varios canteranos, pero sólo Borja Oubiña y Jonathan Aspas se consolidaron en Primera.  
   
¿Por qué apostará  el club céltico? Lo lógico sería una mezcolanza, es decir, incorporar cuatro o cinco fichajes que concedan el salto de calidad necesario para competir en la categoría y subir al primer plantel a canteranos como Jota, Levy o Jony. No obstante, si bien Paco Herrera ha otorgado confianza a los futbolistas de A Madroa que se encontró a su llegada al equipo, también es cierto que no ha apostado demasiado por subir a los jugadores del B. Sólo Álex López y Sergio se han asentado en el equipo desde su llegada, mientras que este año ningún futbolista del filial ha tenido minutos en liga.
   
Veremos qué ocurre. Hacía tiempo que la afición no se sentía tan identificada con su equipo, con un conjunto formado por tantos y tantos jugadores de la tierra. Ellos, junto con el resto de sus compañeros, han sido los que han salvado al equipo del descenso a 2ªB y lo han elevado a la élite del fútbol nacional. Ojalá no se conviertan en un parche y sí en el principio de una nueva idea de club como afirman desde la directiva. Ahora en Primera, es hora de demostrarlo.  

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