Lo cierto es que a finales de agosto mi estado de ánimo no
era el más optimista posible. El Celta se había estrellado en Granada en la que
parecía una oportunidad única de regresar a la élite. Falcón, Michu, Trashorras
y López Garai, todos ellos futbolistas importantes un año atrás, abandonaron el
barco antes del comienzo de lo que se presuponía una temporada más exigente que
la anterior. El inicio incrementó mis dudas acerca de un equipo muy blando en
defensa y sin un creador de juego claro. Pronto Herrera corrigió el segundo
defecto, situando a Álex López al lado de un sorprendentemente recuperado Borja
Oubiña. Ya en diciembre, la irrupción de Túñez y Oier en el centro de la zaga
otorgó a la retaguardia viguesa la solidez necesaria para pelear por el
ascenso. A partir de 2012, los celestes cogieron ritmo de crucero, superando en
un final espectacular el miedo permanente a repetir el descalabro del curso
pasado.
El mejor partido:
Celta 4-1 Xerez (jornada 30)
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Foto: Óscar Vázquez |
Trasladado a la antepenúltima fecha por motivos del calendario,
la trigésima jornada deparó un duelo que permanecerá en la retina del
aficionado celeste durante muchos años. Corría el minuto 5 de un partido clave
para las aspiraciones de ascenso de los celestes cuando el colegiado de la
contienda decretó penalti a favor de Xerez y expulsó a Sergio. Balaídos y el
Celta, a diferencia de otras ocasiones, no cayeron en el desánimo y caminaron
juntos hacia una remontada memorable. Algo más de 13.000 celtistas empujaron a
los Aspas, Orellana, Toni o Álex López hacia la victoria. Al final 4-1 en una
exhibición de fútbol, garra y coraje. Ese día, el Celta se ganó definitivamente
el cielo.
El momento clave: el
gol de Joan Tomás en Valladolid
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Captura de video |
El peor momento: la
derrota en Alicante (jornada 35)
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Foto: Manuel Lorenzo |
Venía el Celta de caer de nuevo en un derbi en el que
mereció más. La pujanza del Valladolid obligaba a no perder de vista una
segunda plaza perdida por la suspensión del partido de Cartagena, por lo que
una victoria ante el Hércules se antojaba fundamental. Aquel día el Celta no
existió. Herrera apostó por esa versión especuladora y rácana otras veces
vista. Los vigueses jugaron con el 0-0 a la espera de solucionar el entuerto en
los minutos finales. Pero la apuesta no resulto. Una indolencia de Álex López
desniveló la balanza a favor de los herculanos y dejó a los de Paco Herrera a 5
puntos del ascenso. Fue la última derrota de la temporada y quizás la más dura de digerir por la mala imagen mostrada.
El mejor gol:
Orellana al Sabadell (jornada 37)
Belleza y precisión se dieron cita en la Nova Creu Alta de
la mano de Orellana. Corría el minuto 77 de partido con un 1-1 entre Sabadell y
Celta. Joan Tomás, recién incorporado al terreno de juego, filtra un balón por
encima de la defensa que cae en los pies del chileno. Donde otros hubieran
detenido el cuero y buscado un compañero, el futbolista sudamericano se sacó
una volea perfecta que se coló por el palo derecho del marco defendido por De
Navas. Una obra de arte que dio al Celta 3 puntos importantísimos.
El mejor jugador:
Álex López
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Foto: Óscar Vázquez |
Más allá de los goles de Aspas, la calidad de Orellana, la
clase de De Lucas, el trabajo de Bermejo o la reaparición de Borja Oubiña, Álex
López ha sido el auténtico motor de este Celta que ha logrado regresar a la
élite. Quizás se trate de una debilidad personal, pero considero que el
ferrolano es un escándalo de futbolista, un todocampista con capacidad de trabajo
y una calidad superlativa. El equipo se mueve al son de su fútbol y sufre
cuando no carbura. Además, en el final de temporada ha recuperado ese olfato
goleador perdido desde su etapa en el Celta B. Su juego saldrá beneficiado del
salto de categoría y seguro que terminará labrándose un nombre importante en el
concierto futbolístico nacional.
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