El Celta ha logrado una victoria importantísima, que unido al empate del Valladolid al Alcorcón, deja a los de Herrera con dos puntos de ventaja sobre los pucelanos y con la posibilidad de que un empate ante el Córdoba, el próximo domingo en Balaídos, sirva para garantizar el ascenso directo. Una victoria sufrida ante un Nàstic que no parecía estar primado por el Celta tal y como presumían desde Valladolid. Victoria lograda desde el oficio y la pegada goleadora.
Herrera salió de inicio con Yoel en portería, y una zaga bastante diferente a la habitual. La sanción de Hugo Mallo relegó a Oier al lateral derecho, y Catalá entró en su lugar por el flanco derecho de la defensa central, acompañando a Túñez. Bellvís entró por Roberto Lago, que arrastraba problemas en una rodilla, aunque Herrera había anticipado que jugaría. Por delante de ellos, Oubiña, Natxo Insa y Álex López en un trivote extraño. Toni por derecha, Orellana por izquierda y Aspas en punta de ataque completaban el equipo.
No pudo empezar mejor el partido para el Celta, ya que a los 3 minutos lograría un penalty a favor. La jugada la inició Toni en el centro del campo con un gran regate que le permitió llevarse a tres jugadores del Nàstic. El coruñés se la dio a ASpas que se la devolvió y se plantó ante Rubén siendo trabado antes de que pudiese rematar. Penalty clarísimo que Iago Aspas se encargó de transformar en gol con gran frialdad.
El gol ponía el partido en la mejor situación para evitar que los nervios se adueñasen del equipo, que se volvió excesivamente contemplativo, sin apenas llegar a las inmediaciones de Rubén y más pendiente de defender que de atacar. El Nástic llevaba el peso del partido, pero no generaba excesivo peligro, bien maniatado por la zaga celeste. Yoel vivió una primera mitad bastante plácida. La situación del Celta, con todo, no era la ideal. La zaga esperaba muy atrás, y, aunque fuese por inercia, permitía que el conjunto grana fuese ganando metros.
Cosas del fútbol. Cuando ya se vislumbraba el descanso con el solitario gol de Aspas en el marcador, una jugada a la contra permitió a Aspas poner el balón desde la línea de fondo, el balón es rechazado y Natxo Insa, llegando desde atrás, aprovechó para marcar el 0-2 que dejaba el partido muy encarrilado para el Celta de cara a la segunda mitad.
Tras el descanso, Herrera movió el banquillo. Retiró a Insa, que había visto una amarilla en la primera mitad, y dio entrada a Bermejo, que se situaba en la posición de mediapunta, recuperando el Celta el dibujo que ha hecho clásico esta temporada. No empezó bien la segunda mitad, ya que la tónica de la primera mitad se mantenía, pero los cambios introducidos por el técnico del Nàstic dieron sus frutos. Los jóvenes Eugeni y Juan Millán cambieron por completo la cara del conjunto grana, que empezó a enseñar los dientes.
La tuvo el Celta superados los 10 minutos de la segunda mitad con una buena jugada de Orellana, cuyo centro al área es rematado mal por Bermejo después de que Aspas la dejase pasar por debajo de sus piernas. Fue una lástima, ya que Joan Tomás entraba completamente solo por el carril del ocho. El propio Joan Tomás estuvo impreciso en un centro chut lateral.
Hasta ese momento, aunque el Nàstic achuchaba, el Celta estaba tranquilo por la ventaja en el marcador, pero Longás se encargaría de hacernos sufrir en los últimos minutos. El talentoso futbolista tarraconense vio a Yoel adelantado y lo sorprendió desde el centro del campo con un brillante disparo. La estrechez en el marcador trajo la intranquilidad al conjunto celeste, con un ojo pendiente en Alcorcón, donde el Valladolid calcaba su resultado.
Los siguientes minutos fueron de mucho sufrimiento, con Yoel realizando alguna gran parada, con fallos por parte de los atacantes del Nàstic, donde evidenciaban su posición en la tabla, y con un Celta agazapado atrás, defendiéndose como gato panza arriba, sin apenas inquietar a Rubén Pérez. La última media hora pasará a la historia de esta Liga como uno de los peores momentos del equipo, que tenía en vilo a una afición que veía como una tarde de fiesta podía acabar en tragedia.
Por fortuna, el Nàstic no acertó, y el Celta fue, poco a poco, sacándose el dominio local de encima, aunque, sin duda, estaba pagando el enorme esfuerzo de la remontada ante el Xerez. El gol del Alcorcón aportaba tranquilidad, ya que incluso el empate podía valer para llegar a la última jornada en condiciones de ascender. Pitido final y respiro generalizado. El Celta está a un paso del ascenso. Un punto le valdrá ante el Córdoba, el mismo resultado que valdrá a los de Jémez para certificar su pase a la promoción de ascenso, pero el conjunto andaluz no se conformará con el empate, ya que una victoria le podría otorgar la cuarta posición y la ventaja de campo en la primera eliminatoria. Ya queda menos. El fútbol sigue siendo maravilloso.
Ficha técnica
Nàstic: Rubén Pérez, Ruz (Eugeni, min.35), Xisco Campos, Mairata, Fuster; Rodri, Seoane; Orbegozo (Álvaro Rey, min.46), Longás, Morán (Juan Milán, min. 63) y Tuni
Celta: Yoel, Oier, Túñez, Catalá, Roberto Lago, Oubiña, Natxo Insa (Mario Bermejo, min.46), Alex López, Toni (Joan Tomás min.56), Orellana y Iago Aspas (De Lucas, min.79).
Goles: 0-1m min.4: Iago Aspas de penalti; 2-0, min.45: Natxo Insa; 1-2, min.65: Longás
Árbitro: López Acera, del comité extremeño, Amonestó a Rodri, Xisco campos, Natxo Insa, Toni
Campo: Nou Estadi , 4.403 espectadores
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