Épica con sabor a Primera


Casta, coraje, orgullo, derroche físico, combinaciones, paredes, sacrificio. FÚTBOL. Eso es lo que nos ha dado en la tarde de hoy el Celta, en uno de los partidos más vibrantes de los últimos años. Todo se puso en contra cuando a los 9 minutos encajó un gol de penalty y sufrió la expulsión de su portero Sergio. Desde entonces, a los celestes le tocó remar y remar, y como buen marinero, supo llegar a tierra cerrando el partido con una goleada que hace saborear la Primera División. 

El Celta jugó de cara con Sergio en portería, defensa de lujo con Hugo Mallo, Oier, Túñez y Roberto Lago. En el centro del campo regresó Oubiña, que jugó al lado de Álex López. Toni volvió a ser titular por banda derecha, Orellana por izquierda, Bermejo de enganche y el genio de moaña, Iago Aspas, en punta de ataque. Equipo de gala para defender las opciones de ascenso directo del conjunto céltico. 

Ya avisó Herrera en la previa del peligro del Xerez. Y el pasado domingo dieron un buen aviso derrotando al Deportivo. A Vigo no vinieron de vacaciones, a pesar de que a Djukic le gustaría para seguir haciéndose la víctima. No fue así, porque salieron enchufados desde el principio, buscando la meta de Sergio con astucia. Y eso que la primera gran ocasión fue para Aspas que se plantó ante Toni Legucha, tras un gran pase de Bermejo, pero no supo batirlo. 

Fue un oásis en medio del dominio xerecista, que obtuvo fruto a su dominio a los 8 minutos, cuando Maldonado se plantó ante Sergio y este le derribó. Ocasión manifiesta de gol y expulsión del meta de Catoira. Primera expulsión de la temporada en el peor momento. Mendoza transformó el penalty, ya con Yoel bajo los palos. El de Coia había entrado en sustitución de Mario Bermejo. 

Había que tirar de corneta. Y el Celta lo hizo. A la carga, con uno menos y un coraje envidiable, el Celta fue limando la inferioridad numérica a base de toques, de calidad, de combinaciones y de tranquilidad, llevando en volandas por una afición que hoy estuvo inconmensurable. El Xerez tenía el balón, fruto de su superioridad numérica, pero se le apagaba la luz en tres cuartos de campo. Por contra, el Celta aprovechaba los espacios para acercarse a Lechuga. La tuvo Orellana, en un mano a mano con el meta andaluz. 

Y el coraje obutvo su premio en el minuto 28. Toni, por insistencia, por tenacidad, logró llevarse el balón en la frontal del área y tuvo la suficiente lucidez para ver a Aspas completamente solo. El moañés, con paciencia, batió a Lechuga con un tiro cruzado. Explosión de euforia en Balaídos. La remontada era posible, y la afición ya pensaba en el monumento que se iban a merecer esos diez chicos de celeste. 

De ahí al descanso, el Celta plegó velas. Aún gozó de oportunidades, como un lanzamiento de falta directa de Aspas que salió desviado, y debió haber igualdad numérica cuando Lombán paró en falta a un Aspas que se plantaba solo ante Lechuga. Todo se quedó en amarilla. El propio Aspas, que estaba haciendo un partido titánico, puso a prueba al portero andaluz al borde del descanso con un tiro a medio altura. El Celta había hecho un esfuerzo titánico en la primera mitad y buscaba un descanso más que merecido. 

Y llegó el descanso, y tras el una segunda mitad que nos depararía épica en estado puro. El Celta había permanecido de pie a pesar de los esfuerzos del duro sparring en que se había convertido el Xerez. Y así permaneció, porque Toni se inventó un pase genial a Orellana, éste se planta ante Lechuga y es derribado. Nuevo penalty y nueva expulsión, en esta ocasión tarjeta amarilla que se sumaba a la que había visto en la primera mitad por perder el tiempo. Iago Aspas, con la tranquilidad de los genios puso el 2-1 que decantaba el partido a favor del Celta. 

El partido estaba donde quería el Celta, pero las desgracias no se habían acabado. El Xerez buscaba el empate, y al Celta le pasaban factura los minutos en inferioridad y el enorme derroche de la primera mitad. En cinco minutos, los que van del 70 al 75, perdió a Roberto Lago y Iago Aspas por problemas físicos. El primero estaba muerto después de actuar como extremo y defensa en la primera mitad, y el segundo se fue con problemas musculares  a los que habrá que estar atento. Así los cambios fueron obligados. Entró Bellvís por Roberto Lago y Natxo Insa por Aspas. David se había quedado fuera de la convocatoria, así que ahí estaba el bueno de Álex López como delantero, el más mentiroso de todos. 

Antes de la lesión, Aspas había dado un recital con varias jugadas que levantaron al público de su asiento. Se la puso a Orellana, pero al chileno le faltó la altura de Michu para sentenciar de cabeza. Aparecía por todas partes el de Moaña, apoyando a sus compañeros en la banda, bajando a recibir el balón, cayendo a la banda cuando era preciso, llevándose a todos los defensas rivales. Un recital inolvidable. 

Pero sin Aspas, el Celta estaba huérfano en ataque. Toni, Álex López y Orellana se repartían funciones de atacantes. El Xerez empujaba, y un gol dejaría tocado a un Celta sin respuesta ofensiva. Pero ahí apareció Álex López, que le ha cogido el gusto a los disparos lejanos. Sabíamos que tenía un gran disparo, que debía exprimir. Y lo hizo. El ferrolano, a diez minutos del final, enganchó un balón desde fuera del área y de un derechazo imposible batió a Doblas que reaccionó tarde. 

3-1 y partido visto para sentencia, aunque Orellana, por si acaso, anotó su golito llevando la goleada a Balaídos tras una gran jugada de Hugo Mallo que le sirvió en bandeja el tanto al chileno, que tiró de calidad para completar la gran acción colectiva. Al partido ya no le quedaba nada, y el exceso de celo de Hugo Mallo sería terrible. Peleó con casta por un balón que no conducía a nada, llegó tarde, se llevó al defensa por delante y vio la segunda amarilla, que le impedirá estar en Tarragona. Una lástima. El Celta, al que no le habían expulsado ningún jugador en todo el curso, sufrió hoy dos expulsiones. Cosas del fútbol. 

Pero será imposible olvidar la épica de un equipo que huele cada vez más a Primera. Que tiene una fortaleza mental impresionante y que se sobrepone a todo, absolutamente a todo. Ya solo quedan dos pasos, de gigante sí, pero dos pasos. Nos toca sufrir en 180 minutos de pasión, de emoción, de pelea, de intensidad. El fútbol es maravilloso. 

Ficha técnica 

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Oier, Túñez, Roberto Lago (Bellvís, min.70), Oubiña, Alex López; Toni, Bermejo (Yoel, min.8), Orellana y Iago Aspas (Natxo Insa, min.75).

Xerez: Toni Lechuga, Campano, Calahorro, Lombán (Capdevila, min.77), Mendoza, Rafa García, Cordero (Rueda, min.36), Israel, Maldonado, Tato y José Mari (Toni Doblas, min.50).

Goles: 0-1, min.9: Mendoza, de penalti; 1-1, min.28: Iago Aspas; 2-1, min.51; Iago Aspas, de penalti; 3-1, min.81; Álex López; 4-1, min.88: Orellana

Árbitro: Arcediano Monescillo, del comité castellano-manchego. Expulsó a Sergio con  roja directa (min.6), Toni Lechuga (min.49) y Hugo Mallo (min.90) con doble amarilla (min.49) y amonestó a Cordero, Toni Lechuga, Lombán, Rueda

1 comments:

Marcos Blanco dijo...

Gran crónica,marcos! Apertaza!

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