"Spain is different"


Foto: El País 
España es diferente al sancionar las agresiones a árbitros o asistentes. La UEFA impone mano dura y da por perdido el partido al equipo donde se produzcan incidentes graves. En el fútbol español se quedan en sanciones económicas y en el cierre de las instalaciones.

La normativa española es más permisiva que la europea a la hora de sancionar las agresiones en los campos de fútbol. La UEFA dio por perdido al Roma su encuentro ante el Dinamo de Kiev de la Liga de Campeones en 2004 por una agresión al árbitro. Además, el conjunto italiano tuvo que disputar a puerta cerrada sus dos siguientes compromisos en casa de la máxima competición continental.

La Federación Española no ha pasado de clausurar un campo y reanudar el partido suspendido, por muy graves que fuesen los incidentes. Agredir a un árbitro o a un asistente resulta barato para los clubes españoles. De ahí que sea más habitual de los esperado encontrarse ambientes agresivos en las gradas, como el del sábado en Cartagonova, donde el público desoyó las advertencias que el club, a petición de Pino Zamorano, transmitió a través de la megafonía. Continuaron cayendo objetos al terreno de juego. Y el partido se acabó anticipadamente cuando uno impactó en la cabeza de un asistente del colegiado.

Y para prever lo que pueda acordar el miércoles el Comité de Competición existen varios ejemplos. El más cercano es el que ocurrió hace cuatro meses en Granada. El paraguazo que hirió al asistente de Clos Gómez en el rostro, se zanjó con una multa, una advertencia de cierre y la reanudación del partido a puerta cerrada. En este caso, el Mallorca salió favorecido porque aprovechó esa media hora para igualar un partido que iba perdiendo (2-1).

Betis-Athletic (2008)
Una botella impactó en la cara de Armando, portero del conjunto vasco. Como faltaba menos de media hora para la conclusión, se dio por finalizado el partido, cuyo marcador era desfavorable a los locales (1-2).



Betis-Sevilla (2007)
Una botella golpeó a Juande Ramos, técnico sevillista, en el minuto 57. Se completó el partido.



Valencia-Deportivo (2006)
Una moneda impacta en un asistente, en el minuto 44. Se reanudó el partido sin público.

Castellón-Valencia (2003)
Una batería de teléfono móvil golpeó al árbitro. el partido se reanudó días después con el 1-1 que señalaba el marcador.

Barça-Real Madrid (1997)
Un mechero impacta en el brasileño Roberto Carlos, del Real Madrid. El club catalán fue sancionado con una multa económica.


Jaime Conde / Faro de Vigo 

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