Previa Celta-Villarreal B: Deja vù o victoria


Foto: Marta G. Brea
El Celta se juega esta noche algo más que tres puntos. Los dos tropiezos ante Las Palmas y Huesca han convertido el duelo ante el Villarreal B en una lucha contra el recuerdo. Un recuerdo que trae al presente lo vivido hace justo doce meses, cuando un equipo que volaba hacia Primera División terminó por hundirse y verse abocado a la crueldad de un play-off devastador. Vencer ante el filial castellonense disiparía las dudas y recuperaría el optimismo de una grada que tiende a lo trágico a las primeras de cambio. Sin embargo, un nuevo pinchazo empezaría a llenar de razón a los derrotistas, aquellos que creen que la misma piedra puede volver a hacer tropezar a los de Herrera. Y es que el Valladolid se ha situado a un punto, ya no caben concesiones.
   
Como viene siendo práctica habitual en el último lustro, será la cantera la encargada de sacar las castañas del fuego al conjunto vigués. Ocho canteranos se esperan en el once inicial, nueve si Herrera decide dar entrada a Toni para hacer descansar a De Lucas. Roberto Lago vuelve tras su sanción y Borja Oubiña reaparecerá tras un mes lesionado. El sitio de Oier, baja por acumulación de amonestaciones, será ocupado por un Jonathan Vila que regresa al equipo titular un cuatrimestre después. Por lo demás, Sergio continuará en portería al no estar Yoel al cien por cien y Aspas entrará por David. Asimismo, se aventura el cambio de Bermejo por un inspirado Joan Tomás, quien por fin tendrá una oportunidad desde el inicio.
   
De esta manera, el Celta saltará al césped con Sergio bajo palos; línea de cuatro para Hugo Mallo, Jonathan Vila, Túñez y Roberto Lago; Borja Oubiña y Álex López en el doble pivote; De Lucas y Orellana en las bandas, Joan Tomás en el enganche y Aspas arriba. Un once prácticamente autóctono para afrontar uno de los momentos clave de la temporada.
   
En frente espera uno de los conjuntos más descarados del campeonato. El Villarreal B, en su mejor momento de la campaña-acumula 13 puntos de los últimos 15-, llega a Balaídos con la tranquilidad de tener la permanencia en la mano. Discutirá la posesión y probablemente muestre su habitual desparpajo en ataque. Y es que la experiencia así lo avala, ya que contabilizan sus dos últimas visitas al feudo vigués por victorias. Especialmente dolorosa fue la última, por 0-1 con gol de Iago Falqué en pleno germen del derrumbamiento. De repetir triunfo, los castellonenses volverían a llenar de dudas la ciudad olívica.
   
Se espera que el filial amarillo forme con el vigués Diego Mariño en portería; defensa de cuatro con Truyols, Lejeune, Kiko Olivas y Jaume Costa; Llorente y Toribio en el doble pivote; Moi Gómez, Lucas Porcar y Trigueros en la mediapunta; y arriba el goleador Joselu.
   
El Celta debe ganar hoy si quiere desterrar los fantasmas. La memoria aprieta y el aspecto psicológico cobra vital importancia. Un nuevo tropiezo sería establecer demasiados paralelismos con el curso pasado y podría tener un efecto muy negativo en la moral tanto de la plantilla como de la afición. Una hinchada que, privada de la promoción de las entradas a 10 euros, es posible que sea menos numerosa que en anteriores citas. No obstante, se espera una entrada superior a la media. Hernández Hernández, del colegio canario, dirigirá un encuentro de los que marcan el porvenir, de los que determinan el futuro. El Celta se encuentra ahora en una encrucijada de la que debe salir. Sólo caben dos opciones: deja vù o victoria.

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