¿Lo sabrá Kuyt?


Foto: Getty
Hola Dirk,

no está siendo precisamente tu mejor año, ni personal ni colectivamente y no es que quiera recordarte los malos momentos, pero es que tengo ganas de contarte una historia, una historia sobre un chico de Vigo con el que te cruzaste un sábado de 2007.

Aquel chico se llamaba Borja, era un prometedor mediocentro que ya había sido internacional en dos ocasiones, pero con tan mala suerte que su equipo, el de sus amores, había bajado a Segunda División. La Eurocopa estaba ahí y los faxes con ofertas millonarias llegaban a Plaza España. En el Benfica se empeñaron en él, 10 millones, fíjate, ¡lo mismo que pagaron por ti!, todo un delantero centro internacional. Al final por un quitame allá esos pagarés todo se rompió. Si Mouriño no se hubiese puesto tan duro el Celta hubiese ganado más de 9 millones de euros y Borja nunca se hubiese cruzado aquel sábado contigo. Estaba ahí la Eurocopa, en fin, es muy fácil hablar a posteriori.

Y acabó en el Birmingham, un poco deprisa y corriendo, pero aquello era la Premier. Llegó a Inglaterra el 1 de septiembre, 15 días después debutaba frente Bolton, eran apenas unos minutos pero que servían de toma de contacto para la jornada siguiente, el 22 de Septiembre, cuando el Birmingham jugaba en Anfield Road. Y allí, donde una noche la Rianxeira sonó más alta que el You'll Never Walk Alone, Borja era titular. Era sábado. Pasaron apenas 13 minutos antes de que chocaras contra su rodilla, no fue aposta, ni siquiera una entrada durísima, pero allí se dejó su rodilla izquierda.

Aunque esta parte de la historia ya te la sabes, seguro que lo visitaste en el hospital y lo llamaste más de una vez, pero el tiempo pasa y todo lo cura. Leerías por la prensa allá por febrero de 2008 que el Birmingham le había intentando bajar el sueldo y que lo acabó despidiendo, y cuando cogió el avión de vuelta a Vigo seguro que le perdiste la pista.

Y partir de aquí todo se le complicó. Se empeñaron en hacerlo jugar. Pepe Murcia le decía que solo tenía que quitarse el miedo, que aquella rodilla estaba bien, pero no lo estaba. Desde aquel Las Palmas - Celta de diciembre de 2008 se veía que la rodilla estaba mal.

El Doctor Cugat, el genio de las rodillas, fue claro en cuanto la vio: había que volver a operar. Y así hicieron el propio Cugat y Cota el 5 de Octubre de 2009; 2 años y 14 días después de aquel sábado Borja volvía a empezar. El 16 de Marzo volvió a Barcelona a someterse a una segunda operación que arreglara del todo esa rodilla.

Y a partir de ahí todo fue trabajo, trabajo y trabajo. Se le acabaron los veranos, muchas horas de gimnasio, largos paseos de 3 y 4 horas al día para fortalecer esa rodilla y viajes a Santiago a menudo, que aún continua haciendo, para inyectarse factores de crecimiento en ella. Pero ya se veía la luz al final de túnel, Paco Herrera no se animaba a dar el paso, pero las lesiones le obligaron a sacarlo de titular. No era Anfield Road, era Balaídos, era un 12 de marzo de 2011, y sí, era sábado.

Y ahí lo tienes, comandando a un aspirante al ascenso. Han pasado más de 4 años desde aquel día y en este tiempo tú has jugado 225 partidos con el Liverpool mientras Borja apenas 42 con el Celta, y la mitad de ellos lesionado. Me hubiese gustado poder contarte la historia de un triunfador, de, por qué no, un campeón de Europa y compañero tuyo de equipo, pero por desgracia no puedo hacerlo. Te tengo que contar una historia de superación, de lucha y de perseverancia, la historia de un capitán.

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