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Foto: José Lores |
La racha de Herrera al frente del Celta comenzó en Girona, coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta. Un solitario gol de Andrés Túñez valió la victoria a los celestes. Una semana después visitaba el Real Murcia el Estadio de Balaídos y también caería derrotado por la mínima en un partido un tanto feo que caería del lado local gracias a un gol de Fabián Orellana. Una semana después, al Celta le tocaba jugar otro viernes a las 21:00. Visitaba Balaídos el Recreativo, que el año pasado había hecho un roto a los vigueses, y parecía que podría volver a suceder cuando Pablo Sánchez adelantó a los onubenses al borde del descanso, pero un Celta lanzado en la segunda mitad aprovechó los fallos del rival para llevarse la victoria y lograr una goleada (4-1).
Tras estos partidos llegaba lo que el propio Herrera denominó el "Tourmalet", enfrentándose a rivales directos en la lucha por el ascenso. Eran tres partidos complicadísimos, pero el Celta supo afrontarlos con oficio y logró otras tres victorias. La primera de ellas en Elche, con el polémico arbitraje de Valdés Aller que expulsó a tres jugadores ilicitanos. El Celta logró el tanto que rompía la lata con una magistral falta lanzada por De Lucas y ya en tiempo de prolongación sentenció con un tanto de Álex López en una contra de cinco contra uno. Con la moral por las nubes, recibía el Celta al Almería, con el apoyo de la afición en las gradas. El partido se complicó, como quince días antes, ya que los andaluces se llegaron a poner por delante en el marcador hasta en dos ocasiones, pero el Celta tiró de raza y coraje para dar la vuelta al marcador y llegar a ponerse con un 4-2 en el marcador que maquillaría el Almería en el tramo final para dejar el definitivo 4-3.
La sexta victoria llegó en el estadio José Zorrilla. Con el equipo apoyado por 2.300 celtistas en las gradas del conjunto pucelano, llegaría otro partido con remontada, superando el gol inicial de Javi Guerra para los blanquivioletas con los de Aspas y Joan Tomás, éste último en tiempo de descuento gracias a una contra en la que los pupilos de Herrera demostraron una frialdad que asusta. Así hasta que el Numancia visitó Balaídos y se llevó una manita que deja a este Celta y a su entrenador, Paco Herrera, en los libros de historia del Celta. El técnico catalán ya logró el año pasado seis victorias consecutivas, que hubiesen sido siete de no ser por Melero López y un extraño penalti en los últimos minutos que impidió la séptima victoria en Villarreal.
El dato más significativo es que en las dos temporadas en las que el Celta logró siete victorias consecutivas se logró el ascenso. Primero con Pavic y después con Vázquez. Ahora le toca a Herrera, que tendrá el próximo sábado una oportunidad pintiparada para aumentar el récord y situarse como el técnico del Celta que más victorias consecutivas ha logrado en toda su historia. A Herrera le recordaremos dentro de muchos años por este dato, pero seguro que él prefiere que le recordemos por el ascenso. Y en ello está.
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