No dejen escapar a este chico


Foto: Ricardo Grobas
Ayer, por medio del propio Toni, que lo anunció en la rueda de prensa que dio ayer en A Madroa, conocimos que su contrato posee una cláusula mediante la cual el Celta puede rescindir su contrato unilateralmente el próximo 30 de junio. Esto no quiere decir que lo vaya a hacer, sino que simplemente se reserva este derecho. Sucede también con Sergio Álvarez, que firmó el pasado verano hasta el 30 de junio de 2015, pero que posee la misma cláusula para el año 2013 en caso de que el Celta decida prescindir de sus servicios. En Casa Celta es una práctica habitual, la de poner este tipo de cláusulas, mucho más beneficiosas para el club que para los juugadores. Si el jugador funciona, tiene cuatro años de contrato, sino lo hace, son solamente dos.

Como digo, no parece que vaya a ser el caso de Toni, en quien se confía bastante dentro del club. El coruñés continuará en el club ya que su crecimiento durante el último año y medio ha sido notorio. Debutó con el primer equipo cuando Eusebio Sacristán dirigía los designios de la nave céltica desde el banquillo. El de La Seca se la jugó apostando por uno de los componentes de aquel gran equipo juvenil que alcanzó la final del campeonato liguero de la categoría en la Temporada 2008-09. Se trata de una de las mejores hornadas de los últimos años, el de un equipo formado por los Joselu, Hugo Mallo o el propio Toni entre otros jugadores. Desde su debut detectamos en el coruñés el descaro y los destellos propios de su edad. Ha sido un futbolista cuya carrera ha estado marcada siempre por el éxodo, después de haber formado parte de la cantera del Barcelona y regresar a Galicia para enrolarse en las categorías inferiores del Celta, eterno rival del equipo de su ciudad.

Con el técnico castellano en el banquillo, Toni gozó de cierta continuidad durante la primera vuelta de la Temporada 2009-10, donde jugó 12 partidos, anotando incluso dos goles. El primero en Tarragona y el segundo ante la UD Las Palmas. La llegada de los refuerzos invernales, encarnados en las figuras de Cellerino y Papadopoulos, terminaría relegando al coruñés nuevamente al filial, donde se convirtió en pieza clave para el conjunto entrenado entonces por Milo Abelleiro.

En verano de 2009, la llegada de Paco Herrera coincide con la arribada de Toni al primer equipo, ya con contrato profesional y dorsal de jugador de la plantilla. Es ahí donde Toni vivió sus peoroes momentos desde que es futbolista. El técnico barcelonés no confió en él, y Toni vivió un complicado y delicado ostracismo que le llevó a tomar la decisión de buscar una salida que le permitiese tener minutos. Huesca fue la tabla de salvación a la que se agarró el delantero celeste. Se marchó cedido y allí disfrutó de los minutos que se le negaban en Vigo. Con los oscenses jugó 16 partidos, 11 de ellos como titular, se reencontró con el gol y regresó a Balaídos con la sensación de que había aprovechado la oportunidad.

Herrera comenzó a verlo de otra forma, y lo está demostrando a lo largo de la temporada. "Talentoni" cuenta con la confianza de Herrera y aunque solo ha sido titular en dos ocasiones esta temporada, ya ha disputado 17 partidos y casi 400 minutos con la casaca celeste durante esta temporada. Su rendimiento ha sido un constante crecimiento desde que regresó de la cesión. Ha madurado como futbolista y solo le falta encontrarse con el gol, un poco esquivo esta temporada. El pasado sábado volvió a completar muy buenos minutos cuando entró en lugar de De Lucas. El barcelonés está acusando los partidos y se fue al banquillo con molestias físicas. Tal vez vaya llegando el momento de que Toni tenga un hueco en la titularidad. Viene pisando fuerte y no tardará en echar abajo esa puerta que hasta ahora se le resiste. El Celta no va a renunciar a este jugador, eso está claro, pero nunca está de más recordarlo. Por si acaso.

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