Malditos filiales


Foto: Marta G. Brea
Al Celta se le atragantan los filiales. La pasada temporada los equipos dependientes restaron a los celestes diez puntos de doce posibles; este curso los de Herrera han perdido frente el Barcelona B en el Mini Estadi pero lograron doblegar a domicilio al Villarreal B, su próximo rival, que no conoce la derrota en el estadio de Balaídos.

Los conjuntos filiales no cuentan a la hora del ascenso pero pueden convertirse en sus jueces. El pasado curso al Celta le restaron nada menos que diez puntos: cinco el Barcelona B, que ganó a los de Herrera en el partido inaugural de la Liga en Balaídos y empató con ellos en el Mini Estadi, y otros tantos el Villarreal, el exequipo del actual preparador celeste, que ganó en Vigo por la mínima y cedió un empate en los últimos minutos en el choque disputado en la ciudad deportiva amarilla.

Esta curso los celestes han perdido en el Mini Estadi (2-1) pero frente al Villarreal las cosas le han ido un poco mejor. Con mucho sufrimiento y gracias a un gol de Iago Aspas en el descuento, el equipo vigués se impuso domicilio a los amarillos por 2-3. El artillero moañés anotó en los últimos diez minutos dos de los tres tantos de los celestes, que se habían adelantado en el marcador con un gol de Bermejo en el primer minuto. Pero Joselu puso por delante a los castellonenses antes del descanso y Herrera tuvo que recurrir a todo su arsenal para remontar in extremis el partido. 

El pasado curso, en Villarreal, el Celta se dejó dos puntos tras recibir un gol en los últimos minutos por un penalti que no fue. El choque finalmente se saldó con empate a dos tantos. En la temporada anterior, también en la ciudad deportiva, el Villarreal B dirigido por Paco Herrera sacó a relucir las miserias de los célticos. El Celta cayó entonces por la mínima después de jugar más de una hora en superioridad numérica. Lo peor no fue la derrota, sino la imagen de Yoel increpando como un poseso a Trashorras para culparle de la derrota. Aquella insólita estampa puso al desnudo las desavenencias del vestuario céltico.

Los peores resultados frente al Villarreal B se ha registrado, curiosamente, en Baláidos, donde el Celta cuenta por derrotas las dos visitas del filial amarillo. Hace dos temporadas, dirigidos por Paco Herrera, los castellonenses se impusieron cómodamente por 0-2 en un partido con protagonismo de Naxto Insa, que anotó el segundo tanto amarillo con un disparo formidable. La pasada campaña, ya con Molina en el banquillo, los amarillos ganaron gracias a un solitario gol del vigués Iago Falque.

Julio Bernardo / Faro de Vigo 

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