El Celta no encadenaba cinco triunfos en casa desde el 2005


Foto: Marta G. Brea
El Celta no encadenaba cinco triunfos consecutivos en Balaídos desde el arranque de la temporada 05/06 en Primera División en un curso que terminó con el conjunto vigués en puestos europeos.

Aquella racha que igualó el equipo de Herrera con la goleada del viernes fue protagonizada desde la quinta jornada. En aquella ocasión los celestes superaron al Sevilla (2-1), para superar después de un modo consecutivo como local a Espanyol (1-0), Alavés (2-1), Atlético de Madrid (2-1) y Betis (2-1). El Dépor cortó aquella racha con un 0-3 en el derbi.

Desde que había bajado a Segunda División el conjunto celeste nunca había encadenado cinco triunfos en Balaídos, uno de sus principales problemas en los últimos tiempos. La mejor marca estaba en las cuatro victorias consecutivas conseguidas por Eusebio Sacristán en la recta final del ejercicio 09/10, cuando los vigueses habían ganado a Cádiz (2-1), Girona (2-1), Nástic (3-1) y Las Palmas (1-0).

Tope de tres triunfos

Herrera, el curso pasado había conseguido dos rachas de tres triunfos consecutivos, pero nunca había podido alcanzar la cuarta, aunque también hay que tener en cuenta que después de perder con el Barcelona B en la primera jornada los celestes se tiraron once encuentros sin perder en Balaídos, con ocho triunfos y cuatro empates.

La peor serie reciente afecta a la temporada del descenso (06/07), con dos triunfos seguidos al final de Liga (Betis y Getafe), racha que se repitió en el desembarco en la división de plata, en donde solo cayeron de un modo consecutivo en Vigo Las Palmas y Xerez primero y después Granada 74 y Sevilla Atlético.

Para el plantel céltico, esta fortificación de Balaídos es clave para poder pensar en el ascenso: «Era un punto pendente, sabemos que a Segunda é complicada, e sacar os partidos da casa dannos moita ventaxa, así está sendo, estamos conseguindo tamén outro factor que é deixar a portería a cero».

El mejor precedente, en la última época. del Celta como local en Segunda se sitúa en el curso 91/92 cuando los vigueses fueron capaces de acumular una racha de nueve triunfos consecutivos en la recta final de curso. Antes ya habían encadenado seis. El equipo fue campeón y ascendió a Primera. Un ejemplo de lo importante de hacerse fuertes en casa.

La Voz de Galicia 

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