Foto: Marta G. Brea |
Atravesado el
ecuador de la competición, la segunda vuelta del campeonato se inicia para el
Celta en Girona. Una segunda mitad que conllevará el desenlace del quinto
intento celeste por alcanzar la Primera División. A mitad de carrera, los
célticos se han instalado en el grupo de favoritos, pero precisan de un pequeño
salto de calidad para poder destacarse y terminar por alcanzar la meta entre
las dos primeras posiciones. La primera prueba será esta tarde en Montilivi,
hogar de un conjunto metido en problemas, con la soga del descenso apretando
alrededor de su cuello, pero con el oxígeno y el fútbol suficiente como para
recuperarse en cualquier momento. Por ello, los de Paco Herrera deberán dar lo
mejor de sí mismos, no traicionarse como en Córdoba y recuperar su mejor
versión, con el fin de traerse a Vigo los tres puntos.
Si bien pierde a
Carlos Bellvís y a Cristian Bustos por sanción, Herrera recupera a Roberto Lago
y Andrés Túñez, ausentes el domingo pasado en tierras andaluzas. La presencia
del de O Calvario en el once es segura, habida cuenta de que no goza el equipo
de otro lateral izquierdo. Mientras, el internacional venezolano deberá
soportar la competencia con Catalá, quien la pasada jornada recuperó su mejor
versión, para regresar a la titularidad. Además, al margen de la duda en el
central izquierdo, el técnico catalán ha asegurado estar indeciso en otras dos
demarcaciones: primero, la de mediapunta, donde el tipo de planteamiento
terminará por decidir si es Mario Bermejo o Joan Tomás el que consiga un puesto
en el once; y segunda, la delantera, en la cual David Rodríguez y Iago Aspas se
disputarán por enésima vez el puesto.
No obstante, parece
lo más probable que Túñez, Joan Tomás y David Rodríguez sean los que terminen
por ganar los duelos personales. El primero porque se había consolidado en el
once comandando junto con Oier la línea defensiva más sólida del Celta en toda
la temporada, además de no haberle dado motivos al técnico para prescindir de
él; el segundo porque merece una oportunidad en su demarcación natural y el
bajón en el rendimiento de Bermejo puede ser una buena oportunidad para que
Herrera se la ofrezca; y el tercero porque los números de las últimas jornadas
están de su lado.
De esta manera, el
Celta saltaría a Montilivi con Yoel en portería; línea de cuatro para Hugo
Mallo, Oier, Túñez y Roberto Lago; doble pivote para Borja Oubiña y Álex López;
por la derecha De Lucas, por la izquierda Orellana, Joan Tomás como enganche; y
arriba David Rodríguez.
Por su parte, el
Girona vive una situación muy delicada que convierte en crucial su
enfrentamiento ante los vigueses. Los catalanes, a los que a principios de
temporada se les auguraba un futuro mejor, están decepcionando y a día de hoy
son penúltimos a tres puntos de la salvación. Destituido Agné, Josu Uribe se ha
puesto al mando de la nave, debutando con un empate ante el Real Murcia. Aunque
consciente de la dificultad, buscará doblegar al Celta y así inyectar puntos y
moral a una plantilla que, por calidad, no debería tener problemas para
permanecer en la categoría. Para conseguir la victoria, el Girona formará con
Mallo en portería; Luso, Tortolero, Rigo y Migue en la defensa; Tébar, Dorca,
Óscar Díaz y el ex-céltico Jandro en el centro del campo; y arriba, Acuña y
Corominas.
Hernández
Hernández, del colegio canario, será el encargado de dirigir un choque de vital
importancia para ambos conjuntos. Para el Girona, en su pelea por la salvación;
para el Celta, por la necesidad de no descolgarse de la zona de cabeza con el
fin de llegar a los partidos ante rivales directos pleno de posibilidades. Ha
arrancado la cuenta atrás, el desenlace de esta historia comienza ya, en
Girona. Esperemos que, a diferencia de los últimos cuatro años, esta vez tenga
final feliz.
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