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Foto: Ricardo Grobas |
El Celta afronta esta noche a partir de las 21:00 horas uno
de sus compromisos en los que todo lo que no sea conseguir los tres puntos
puede y debe considerarse un fracaso. La visita del Nástic, farolillo rojo de
la categoría, no admite un tropiezo, sobre todo visto el nivel del resto de
rivales por el ascenso. Una victoria colocaría a los célticos en ascenso
directo de manera provisional, además de suponer el tercer triunfo consecutivo en
Liga y el sexto de los últimos siete encuentros en Balaídos. A fin de cuentas,
una oportunidad perfecta para seguir sumando, mantenerse en el tren de cabeza y
encandilar a una afición que apoyará por primera vez a su equipo en un horario
un tanto intempestivo para la práctica del fútbol como es la noche de viernes.
Para ello Paco
Herrera recupera a Álex López, Quique De Lucas y Iago Aspas, los tres ausentes
en Alcoy. Se espera que los dos primeros sean de la partida sustituyendo al
sancionado Insa y a Toni, respectivamente. Mientras, el de Moaña comenzará el
choque en el banquillo al no encontrarse todavía al 100% y debido también al
buen momento que atraviesa David Rodríguez, con cuatro goles en los últimos
tres partidos. Prueba de fuego para el talaverano, quien recupera una titularidad
que perdió allá por el mes de octubre y que sólo mantendrá a base de goles. El
resto del equipo será el mismo que venció al Alcoyano la semana pasada, habida
cuenta de que el técnico catalán ha asegurado que el periodo de rotaciones ha
llegado a su fin y que es importante configurar y mantener un once tipo de cara
al futuro.
Ese once tipo, con
la eterna duda de quién debe ser el delantero centro, es el formado por Yoel en
portería; línea de cuatro para Hugo Mallo, Oier, Túñez y Roberto Lago; doble
pivote para Borja Oubiña y Álex López; por la derecha De Lucas, por la
izquierda Orellana, Bermejo en la mediapunta; y arriba David Rodríguez.
Por su parte, el
Nástic aterriza en Vigo sumido en un océano de problemas. Es último con 13
puntos, a 5 de la salvación. Acumula únicamente dos victorias y no gana desde
hace seis jornadas. Parece que el efecto D’Alessandro se ha desvanecido y el
calendario que les espera el próximo mes, donde además del Celta jugarán contra
Elche, Almería y Valladolid, no invita demasiado al optimismo. No obstante,
regresan a tierras gallegas con la intención de repetir su buena actuación en
Riazor, donde sólo un gol de Aythami en los últimos minutos les privó de una
sorprendente victoria. Para llevarse algo positivo de Balaídos, el técnico
argentino apostará por un once formado por Rubén Pérez bajo los palos; defensa
formada por Sergio Juste, Arzu, Mairata y Raúl Fuster; mediocampo para Longás,
Rodri, Morán y Álvaro Rey; y arriba Luna y el goleador Powel.
Melero López, del
colegio andaluz, dirigirá un partido en
el que el Celta no puede fallar. No sería la primera vez que a los vigueses se
les atragante un conjunto a priori más débil, pero esto es algo que no se
pueden permitir dadas las circunstancias. Los adversarios aprietan y los
vigueses deben amarrar el mayor número de puntos posibles, especialmente en su
estadio, un Balaídos que parece que está recuperando los registros de antaño.
Esperemos también que las gradas recuperen el aspecto de otrora y que, pese al
horario, la afición no abandone a un equipo que está dando muestras de que
puede pelear por algo grande.
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