El centrocampista del Celta Cristian Bustos ha asegurado hoy que el encuentro del próximo domingo contra el Córdoba será una buena piedra de toque con vistas al duro mes de febrero que le espera a su equipo, en el que tendrá que enfrentarse, entre otros, a Elche y Almería. "Será una buena piedra de toque para lo que nos viene después porque el Córdoba es un gran rival, un equipo bastante peligroso en su casa", ha advertido Bustos en rueda de prensa.
El medio centro alicantino considera que los puntos en juego son "muy importantes" porque se medirán a un rival directo en la lucha por el ascenso a Primera División, ya que transcurridas veinte jornadas del campeonato "ya no se puede hablar de sorpresa".
Un partido en el que Bustos se reencontrará con su excompañero Aritz López Garai, quien el pasado verano rescindió su contrato con el Celta después de que Paco Herrera decidiese apartarlo. "Aritz es un grandísimo amigo. Sería muy bonito jugar contra él porque en dos años hemos hecho una gran amistad y hablamos muy a menudo de fútbol, pero una cosa es lo que quiero y lo que el entrenador piense", ha subrayado.
Y es que en las últimas jornadas Bustos, uno de los indiscutibles para Paco Herrera la pasada temporada, ha desaparecido del once celeste, una situación que, ha admitido, le está costando asimilar. "Intento llevarlo lo mejor posible, pero está claro que a nadie le gusta esta situación. El año pasado lo jugué casi todo y esta temporada también empecé jugando, pero ahora no estoy entrando en el equipo", ha apuntado.
Preguntado por si encuentra una explicación a su salida del equipo, Bustos ha respondido: "no voy a ser quien saque los pies del tiesto cuando el equipo está bien y sacando buenos resultados. Lo importante es respetar a los compañeros que están jugando", ha finalizado.
EFE
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