Foto: celtavigo.net |
El Celta se juega mucho esta tarde en Balaídos. Ante sí tiene su primera gran reválida de la temporada, precoz en el tiempo, pero vigorosa en importancia. Después de tres derrotas consecutivas los celestes cuentan con poco margen de error en los choques venideros si no quieren perder demasiado pronto el tren del ascenso. Lo que antes del derbi de Riazor era esperanza e ilusión, tres tropiezos lo han convertido en pesimismo. Puede parecer exagerado, pero de lo que ocurra hoy a las 18:00 horas entre Celta y Sabadell depende, y mucho, el futuro de los vigueses. Una victoria sería una fantástica inyección de moral que permita recuperar sensaciones pasadas; una derrota podría ser un golpe demasiado duro como para levantarse a corto plazo.
Los célticos llegan al choque en un mar de dudas en cuanto a su alineación se refiere. Paco Herrera todavía no ha encontrado un once tipo definido, lo cual se demuestra en que a lo largo de estas primeras quince jornadas nunca ha repetido alineación. Parece seguro que regresará al sistema de juego en el que mejor estaba funcionando el equipo, el 4-2-3-1, y que, incomprensiblemente, abandonó la pasada semana. En él se notará la ausencia de un Borja Oubiña que prosigue con molestias y que, por tanto, ha vuelto a quedarse fuera de la convocatoria.
En cuanto al once, la principal duda radica, como es habitual, en la demarcación de extremo izquierdo, donde Joan Tomás y el chileno Orellana se disputan el puesto. Algo similar podría ocurrir en la delantera, con David y Iago Aspas luchando por ser la referencia ofensiva celeste. Por último, en defensa, la presencia de Oier parece fija, por lo que Herrera deberá decantarse bien por Hugo Mallo y situar al zaguero navarro de central, o bien por Jonathan Vila y colocar a Oier en su posición natural.
De esta forma, y abiertos a cualquier posible sorpresa que pueda deparar el siempre impredecible técnico catalán, el Celta formará con Yoel en portería; línea de cuatro para Hugo Mallo, Oier, Catalá y Roberto Lago (Bellvís repetirá, sin explicación alguna, en el banquillo); doble pivote para Álex López y Cristián Bustos; Mario Bermejo en la mediapunta con De Lucas y Orellana en las bandas; y arriba Iago Aspas.
En frente aguarda el Sabadell, estancado en su espectacular progresión del inicio de temporada. Aunque sin la exigencia con la que cuentan los celestes, éste también es un partido de urgencias para los arlequinados, pues acumulan ya siete jornadas sin vencer. Igualados en la tabla con el Celta, persiguen un triunfo en Balaídos para retomar la dinámica positiva de los primeros partidos y no descolgarse de la zona alta. Todo indica a que los catalanes saldrán de inicio con De Navas en la puerta; Oscar Ramírez, Olmo, Toni Lao, Redondo en defensa; Héctor Simón, Juvenal, Puigdollers en el centro del campo; y Arteaga, Lanza y Baha en punta de ataque.
Partido difícil, muy difícil el que le espera a un Celta al que sólo le vale la victoria. Ante un rival con un estilo de juego favorable para los intereses celestes –no se espera que los catalanes vengan a Vigo a encerrarse en su área como el Hércules- debe tratar de imponer sus virtudes ofensivas, que son muchas, y reducir al mínimo sus errores defensivos, especialmente en lo que a la sangría a balón parado se refiere. El Celta se presenta a examen de credibilidad ante una afición que necesita motivos para seguir teniendo esperanza. Otro revés terminaría por desplomar las ilusiones de la hinchada demasiado pronto. Sin embargo, un triunfo volvería a darnos motivos para soñar. Que así sea.
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