Más temprano que tarde...


Foto: El Mundo Deportivo 

Álex López fue noticia ayer por la posible oferta del Villarreal para llevarse este mismo invierno, y que adelantaron ayer nuestros compañeros de El Fútbol es Celeste. No es la primera vez que sale el nombre del ferrolano a la lista de candidatos a marcharse del equipo, ni será la última. Solo falta por ver cuando será la definitiva. El verano pasado estuvo a un paso de abandonar el Celta en el último día del mercado de verano, lo que da una idea de la necesidad que hay por vender en casa Celta y de lo poco descabellado que sería pensar en su venta este mismo mes de enero.

Es evidente que si el Celta quiere ascender, es un jugador fundamental. Por otro lado, la necesidad de vender es alta, ya que hay un plan de viabilidad que cumplir y es obvio que hay una serie de gastos que hay que abordar ya, y para ellos son necesarios ingresos. Eso sí, un ingreso de dinero en invierno puede mermar la posibilidad de un ascenso, y con ello, las opciones de tener más ingresos la próxima temporada. Eso es algo que tiene que valorar el club, y supongo que lo estará haciendo, pero lo realmente importante de la historia de Álex López es que su marcha es inevitable.

Y cuánto antes lo asumamos, mejor. Y me refiero a los aficionados, no al club que tendrá que pelear para que su salida no sea por una ridícula cantidad de dinero. Sea como sea, por mucho o por poco, a precio de mercado o fuera de él, a un equipo de Champions o una de UEFA, a uno francés o a uno griego, Álex López tiene los días contados en el Celta. Su rendimiento ha sido extraordinario desde que llegó al Celta, tanto en el filial como cuando Herrera le dio la oportunidad en el primer equipo. No lo desaprovechó. El ferrolano sabía cuando llegó a Vigo que se enfrentaba a su última oportunidad en el fútbol profesional, después de debutar muy joven con el Racing de Ferrol, y acabar jugando de forma incomprensible en el Narón de la Tercera División gallega. No hace mucho de eso, fue en la Temporada 2008-09.

Pero todo cambió tras su llegada a Barreiro. Desde entonces, Álex López no ha parado de crecer, y los ojeadores de los equipos más importantes del país no son tontos. Saben lo que hay dentro de él cuando lo ven en el campo, lo han visto, lo han seguido, ven lo que crece día a día, como mejora el equipo cuando él contacta con el balón, lo que ha progresado desde que llegó al primer equipo, y su perfecta adaptación a todas las posiciones en las que Herrera lo ha puesto. Sus compañeros siempre encuentran en él a ese amigo que lo soluciona casi todo. Y los entrenadores tampoco son tontos. Es un futbolista descomunal, desde luego sobrado para la categoría actual, y aunque está por ver cuál será su rendimiento en Primera, da la sensación de que se adaptará a la perfección. Si yo fuese un equipo de Primera lo ficharía, si además estuviese en un equipo de Segunda necesitado de vender, casi todos lo están, iría a por él sin dudarlo. Así que, sea ahora o sea en verano, seguramente volará. Disfrutemos de él mientras esté aquí y ojalá, de paso, nos ayude a lograr el objetivo antes de irse.

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