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| Foto: Salvador de Sas |
Llegó como un
suplente al que se le podía augurar pocos minutos y siempre que ha tenido
oportunidad ha demostrado que no merece esa etiqueta. Ya sea de lateral
izquierdo, de lateral derecho o como interior, su rendimiento siempre ha sido
óptimo, muy por encima de las expectativas y haciendo olvidar al futbolista que,
eventualmente, estaba sustituyendo.
Lo he repetido
hasta la saciedad y vuelvo a hacerlo ahora. Para mí es mejor jugador que
Roberto Lago. Quizás no tenga la llegada que puede ofrecer el futbolista de O
Calvario gracias a su excepcional condición física. Pero es mucho mejor
defensor: siempre atento a que no le cojan la espalda, es muy pegajoso en la
marca, impidiendo el centro del rival y con ello el peligro para la portería de
Yoel. Asimismo, en ataque, tiene criterio con la pelota en los pies, buscando
siempre el pase fácil, sin complicarse ni abusar del pelotazo; además, elije
muy bien sus subidas, consciente de que su principal labor es defender.
No entiendo que no
sea titular en este equipo. Sé que competir con Lago no es fácil, un futbolista
de la casa y muy consolidado. Pese a
todo, pienso que ha mostrado argumentos más que válidos para que se le conceda
la oportunidad como titular en el lateral izquierdo sin necesidad de que el
vigués esté ausente.
Pero lo que ya es
inconcebible es que ni esté entre los 18 convocados. No se merece este trato,
ni por fútbol ni por actitud, aspectos ambos en los que se ha mostrado
sobresaliente en todo momento. No le encuentro explicación alguna a esto, porque
objetivamente no la tiene. A excepción que fuese estrictamente necesario que se
quedase en la grada para que otro pudiese entrar en la convocatoria.
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