Dos caras de un mismo número


Foto: Ricardo Grobas

Lo que debería ser un motivo de alegría para Paco Herrera, puede convertirse en un problema. El técnico, al jugar con un esquema con un solo delantero, ha tenido que decantarse por Iago Aspas o David Rodríguez, los dos máximos goleadores del equipo que, hasta el momento, han jugado más o menos los mismos minutos en Liga (913 el moañés, 893 el talaverano) y suman siete y seis goles respectivamente. Sin embargo, la situación anímica de ambos es muy distinta, ya que mientras que el canterano ha ido ganando cada vez más protagonismo en el equipo, el fichaje estrella del verano de 2010, máximo artillero del conjunto vigués la pasada temporada, está en línea descendente, ya que comenzó la temporada sintiéndose claramente titular y con el paso de las jornadas su participación ha ido decayendo.

El propio Herrera reconocía al término del encuentro ante el Espanyol la preocupación por el estado de David, que de nuevo se quedó sin ver puerta y ya van ocho partidos. El gol es su principal cualidad, ya que a diferencia de Aspas, su influencia en el juego colectivo es menor por sus características. "Son condiciones diferentes, David no debería convertirlo en un problema personal y ser feliz. Tiene que valorar al equipo, esa es la clave", afirmó el técnico.

Foto: Marta G. Brea
El gran momento de Aspas en octubre y noviembre, cuando lideró al Celta a lograr cuatro victorias consecutivas, hizo probar a David el sabor del banquillo en varias ocasiones, algo a lo que no estaba acostumbrado desde su llegada a Vigo, al contrario que su compañero, que desde su promoción al primer equipo tuvo que ir ganándose tener minutos partiendo desde la suplencia.

Herrera trató de encontrarle a David acomodo en la banda izquierda y el experimento no le funcionó. Él necesita estar cerca del área. El remate es su principal característica y sus seis goles han llegado así. Con eso se queda su entrenador, que destacó las posibilidades de remate que tuvo el talaverano en el encuentro copero. "David no ha estado mal", señaló.

Saben también en el cuerpo técnico céltico que cada jugador tiene un carácter particular. El de David es totalmente opuesto al de su compañero de posición. Aspas es más vehemente, nunca se conforma y pelea siempre por lograr sus objetivos. Por eso, Herrera asume que el camino para encontrar el objetivo en este caso pasa por "esperar y animar aunque es complicado y requiere un esfuerzo tremendo".

A falta de dos partidos para que termine el año, habrá que ver cómo reparte Herrera los minutos entre sus dos goleadores, uno de los grandes retos que tiene el técnico para el 2012 y cuando lleguen los momentos clave de la temporada. En la eliminatoria ante el Granada, David no jugó ni un solo minuto en la vuelta, una situación que curó con el paso del verano. En este momento, está en otra encrucijada de la que necesitará ayuda para salir. Herrera recogió el guante el pasado martes: "Esa es mi otra tarea pendiente".

Pablo Galán (Faro de Vigo) 

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