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Foto: Información de Alicante |
Ganar o perder. Para el Celta actual no existe el término medio. El empate parece estar fuera de su ideario futbolístico, pues apenas lo ha utilizado esta temporada. El curso pasado fue uno de los que más partidos igualó (16 en 42 jornadas). En éste apenas se ha prodigado, pues suma solamente dos –ante el Valladolid (1-1) y el Xerez (3-3)– cuando se ha cumplido el primer tercio de la competición. Sólo el Hércules suma menos igualadas.
El Celta es un equipo de cara o cruz, de bien o mal, maniqueista, que no admite situaciones intermedias: gana o pierde, apenas empata. De ello se ha quejado en las dos últimas jornadas su entrenador, Paco Herrera, quien lamentó que el conjunto celeste no pudiese lograr al menos el punto que se merecía en sus enfrentamientos ante el Deportivo y ante el Hércules, dos de sus rivales más directos por el ascenso a Primera.
En las catorce jornadas de Liga que se llevan disputadas, el Celta solo ha logrado cerrar dos encuentros con reparto de puntos. El primer empate le llegó en el enfrentamiento en Balaídos ante el Valladolid (1-1). Después de ir a remolque en el marcador, Orellana salvó a los celestes de la derrota cuando se agotaba el tiempo.
El segundo lo obtuvo en Jerez. El equipo local se puso por delante en el marcador con un claro 3-1, al poco de comenzar la segunda parte. Los de Herrera no decayeron en el empeño de conseguir algo positivo y en los últimos diez minutos marcaron dos goles.
Estos han sido, hasta el momento, los dos únicos empates del Celta, lo que lo convierten en el segundo equipo de la categoría en sumar menos igualadas. El primero, precisamente, es el líder. el Hércules, que sólo en una ocasión ha repartido los puntos con el rival. En esta clasificación de duelos en tablas, el Deportivo presenta los mismos registros que su eterno rival. A los de Oltra tampoco parecen gustarle los empates.
En Inglaterra, por ejemplo, tienen mucho valor para los equipos que juegan fuera de casa y que la semana anterior le brindaron un triunfo a su afición. Es lo que se califica como media inglesa: ganar en casa y empatar fuera. Los equipos que son capaces de manejarse en esos parámetros suelen cerrar la temporada de manera brillante.
Y por su paso por el fútbol británico, Herrera suele referirse a esta media de puntos con frecuencia. Sin embargo, a su equipo este año le está resultando muy complicado alcanzar estos guarismos.
En la anterior campaña, el Celta concluyó con 16 empates en las cuarenta y dos jornadas de Liga; lo que situó las igualadas por encima del 33 por ciento de sus resultados. Solo se vio superado finalmente por el Recreativo de Huelva –con 20– y la Ponferradina –19–, mientras que el Huesca igualó con los celestes en ese apartado.
En Segunda División, el reparto de puntos es lo que predomina en la mayoría de las jornadas. Por el momento se llevan registrados 90, de un total de 154 encuentros. Ello supone que en el 57 por ciento de los partidos cada equipo se lleva un punto para casa.
Y cuando la tarde no ha ido como se esperaba, resulta gratificante no irse con las manos vacías. Pero el actual Celta no sabe empatar, como se ha demostrado en lo que va de competición. Lo puso de manifiesto el sábado pasado ante el Hércules, que se atrincheró en torno a la portería de Falcón sin preocuparse de atacar. Los alicantinos esperaron a que el rival cometiese un fallo.
El Celta, en cambio, salió de cara en busca de la victoria. Su desesperación fue creciendo a medida que iba fallando en el remate. Y en una jugada desgraciada en el área de Yoel, los alicantinos marcaron de rebote. Ya no se movieron de sus dominios. Los de Herrera buscaron el empate, pero se fueron a casa sin nada, como les ocurrió en su visita a Riazor.
J. Conde (Faro de Vigo)
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