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Foto: Eugenio Álvarez |
Reposa Iago en su Moaña las glorias de las últimas jornadas. El genio morracense disfruta de su mejor estado de forma. Paco Herrera lo ha reconvertido a delantero y le ha proporcionado estabilidad en las alineaciones. Confía Iago en conservar la plaza en Riazor. Asistió a otros clásicos gallegos sin llegar a debutar. Una expulsión el día antes con el Celta B le impidió participar de la última visita al campo herculino (0-1, con gol de Nené). Lleva casi 16 años soñando con este encuentro, desde aquel día en que el Celta, con apenas 8, lo captó.
ARMANDO ÁLVAREZ - VIGO –“El encuentro del año”, ha afirmado su compañero Yoel. ¿Lo siente así?
–Desde luego. Cuando salió el calendario, el derbi fue seguramente la fecha que el ochenta por ciento de la plantilla buscó en primer lugar.
–Llega el Celta a Riazor en un buen momento, con los deberes hechos en estas últimas jornadas.
–Estamos en una buena línea. No hemos encajado goles en los tres últimos partidos en Balaídos. Hemos encadenado cinco victorias consecutivas, si contamos la de Copa del Rey ante el Valladolid. El equipo está funcionando.
–Y usted, particularmente, en el mejor momento de su carrera.
–Seguramente, al menos desde que llegué al primer equipo. Estoy teniendo continuidad en los últimos partidos. He anotado bastantes goles. Lo que cuenta es que el equipo está sumando puntos.
–El árbitro del choque contra el Cartagena anota el único tanto del encuentro en propia meta a Chus Carrión (lo confunde con Abraham Paz). Aunque las imágenes prueban que el balón no había atravesado totalmente la línea cuando usted lo cabeceó.
–Está así en el acta y ya no se puede cambiar. El utillero había visto la televisión y me dijo que era gol mío. Tampoco es algo que me afecte al ánimo. Importa ganar, no quién marque.
–Cuando el árbitro señaló el descanso, se dirigió a charlar con él. ¿Le pidió que se lo anotase a usted?
–Al principio era para comentarle que había pitado justo cuando me iba solo en una contra. Pero también le dije lo del gol. Me respondió que su juez de línea lo había señalado como en propia meta y que ya lo veríamos al final del partido. No tiene más importancia.
–Afirma Paco Herrera que lo vio egoísta en ese encuentro, seguramente en una acción en la que prefiere tirar a combinar con De Luchas. “Me gusta que tenga esa ambición”, añade. Confirma su adaptación al puesto de delantero.
–No creo que se trate de egoísmo. Al ver repetidas las imágenes, me doy cuenta de que podría haberle dado el pase a Quique. Pero en vivo no lo vi. Evidentemente antes jugaba como mediapunta o en la banda. Ahora como delantero. El gol es mi primera misión.
–Derbi especial. Es el Celta más gallego de las últimas décadas.
–Somos muchos canteranos. También es importante para otra gente que ya lleva tiempo en el club. En mi caso, nunca he podido jugar un derbi. Es el partido que sueño desde niño. Yo empecé en el Celta con ocho años.
–¿Muchos comentarios del entorno?
–Familiares, amigos, conocidos… En Moaña hay un montón de celtistas. Te recuerdan cada día lo importante que es el encuentro.
–El celtismo lo ha convertido en su héroe desde aquel encuentro contra el Alavés en que salvó al club del descenso a Segunda B y su probable desaparición. ¿Asume esa carga?
–Yo no lo percibo como un peso. Siento el cariño de los aficionados y me halaga. Les estaré eternamente agradecido.
–¿Qué le parece el Deportivo?
–Es uno de los favoritos al ascenso junto a Hércules, Elche, Valladolid, Almería, nosotros… Cuenta con jugadores muy contrastados.
–¿Está en esa etapa de adaptación a Segunda División, que experimentó el Celta, cuando crees que los encuentros serán fáciles?
–En esta categoría se sufre cada victoria. El Nástic, que es colista, acaba de meterle un 5-0 al Sabadell, que hubiera estado por encima del Celta en caso de ganar. Nadie regala nada.
–Viajarán 1.500 aficionados a Riazor. ¿Una responsabilidad añadida?
–Está claro. Pero defender el escudo del Celta ya es siempre una gran responsabilidad.
–¿Puede mantenerse en Riazor el atrevido sistema de los últimos encuentros?
–Es decisión del entrenador. Yo creo que podemos ser atrevidos. No tenemos que salir a jugar los partidos en función de los demás.
–¿Un choque trabado, según el tópico?
–Es difícil pronosticarlo. Sí será de mucha intensidad.
–¿La clave es neutralizar a Valerón?
–Cuentan con muchos grandes jugadores, con experiencia en Primera División. Tendrán la baja importante de Guardado. Pero también nosotros las de Hugo Mallo y Túñez. Insisto: vamos con respeto pero sin miedo.
–Es usted un hombre visceral. ¿La tensión del derbi puede afectarle?
–Diría que no. Será un partido difícil y duro. Yo estaré centrado en mi juego.
–¿No teme que los centrales, conociendo su temperamento, le quieran buscar las cosquillas?
–Cada jugador querrá lo mejor para su equipo. Lo que ellos intenten no me incumbe.
–En Granada, convertido en enemigo público número uno, mandó callar al público tras anotar un penalti de la tanda. ¿Cómo celebraría un gol en Riazor?
–Pues no lo sé. Son cosas que te salen en el momento.
Faro de Vigo
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