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| Foto: Marta G. Brea |
Es muy probable que ningún celtista imaginase que, a estas alturas de la temporada, un debate como este tendría sentido. Los laterales del equipo parecían coto reservado para dos hombres que con su gran rendimiento se habían ganado la etiqueta de intocables. Allá por pretemporada, Hugo Mallo y Roberto Lago eran dos piezas muy fijas dentro de un once lleno de variables. Nadie, absolutamente nadie dudaba de la titularidad de un internacional sub20 nominado al Balón de Oro del mundial de dicha categoría y pretendido por importantes conjuntos a nivel europeo, ni de un futbolista por el que equipos de Primera como Betis, Osasuna o Granada se habían peleado en verano.
En cambio, la realidad ha revertido las expectativas. Las incorporaciones de Oier y Bellvís, quizás los dos fichajes que menor ruido causaron a su llegada, no han adquirido el rol que, en un principio, les parecía asignado. Y es que tanto el navarro como el valenciano llegaron a Vigo como recambios de los dos laterales gallegos y conscientes de que sus oportunidades en el once iban a limitarse a las ausencias de alguno de los titulares. Sin embargo, por un cúmulo de virtudes propias y deméritos ajenos, tanto Oier como Bellvís parecen cada vez más cerca de hacerse con un puesto de titular que otrora semejaba inalcanzable.
Especialmente en el costado derecho. El bajo rendimiento de Hugo Mallo, desconocido hasta la fecha, ha propiciado que la opción de Oier como lateral derecho titular comience a adquirir gran fuerza. La acumulación de minutos o la desconcentración pueden ser algunas de las razones que expliquen qué le pasa al de Marín. Herrera le ha dado muchas oportunidades y parece que no consigue reaccionar y acercarse al nivel del año pasado. Por lo tanto, comienza a resultar un tanto injusto que Oier o incluso Bellvís-ya actuó a pierna cambiada ofreciendo muy buenas prestaciones- continúen sin jugar en esa posición. Estoy convencido de que Mallo es mejor futbolista que ambos, pero hoy por hoy su nivel es inferior y debe pasar por el banquillo si la justicia impera en el criterio de Paco Herrera.
En el lateral izquierdo, el debate se apacigua. Fruto del peor nivel de Mallo, el flojo momento de Lago parece disimularse. Pero lo cierto es que, sin estar horroroso, su nivel no es el del año pasado. En ataque aporta menos y en defensa, posiblemente víctima de las falta de ayudas del mediocampo a su parcela (algo que hacía y mucho López Garai), ha sufrido bastante. Su titularidad es, sin duda, bastante más justificable que la de su homólogo en la banda derecha. No obstante, el rendimiento de Bellvís, quien ha cumplido magníficamente cuando ha disfrutado de minutos, merece una oportunidad. Correcto en defensa y menos alocado en ataque, es difícil saber cuánto más tiene que hacer para que Herrera lo incluya en el once, tanto en el perfil zurdo como en el diestro.
El debate está servido y cada cual tendrá sus preferencias. Parece obvio que el mejor rendimiento de Mallo y Lago es superior al máximo nivel de Oier y Bellvís. No obstante, la primera parte de la afirmación no se está cumpliendo en este inicio de temporada, por lo que Herrera debería plantearse darle, al menos durante un tiempo, la alternativa a dos futbolistas por los que nadie apostaba a principio de temporada. Sería aplicar justicia y, de paso, incentivar a los dos laterales gallegos para que recuperen su mejor versión con la cual su sitio en el once estaría asegurado.
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