Rotaciones y segunda victoria consecutiva en casa


El Celta ha logrado la segunda victoria en casa. Un botín cuyo valor seguramente lo conozcamos a largo plazo por la importancia a nivel psicológico que puede tener para el equipo de cara al futuro. Un equipo que además  presentó muchas novedades, con un Herrera que ha llevado el término rotaciones al extremo, con hasta ocho cambios con respecto al último partido. Enfrente un Girona bien plantado sobre el terreno de juego, con mucho toque pero escasa profundidad.

Solo tres jugadores repetían con respecto al partido del pasado sábado; Yoel, Oier y Mario Bermejo, presentando el equipo hasta ocho novedades con la entrada de Hugo Mallo y Bellvís en los laterales, Túñez en la zaga, Bustos e Insa en el doble pivote, mientras que Toni, Orellana y David acompañaban a Bermejo en la punta de ataque.

Los primeros minutos fueron muy igualados, sin un dominador claro. Se estaba dirimiendo una bella batalla en el centro del campo para determinar qué equipo llevaría el peso del partido. Sería el Celta, aún sin tener el control del partido, el primero en acercarse a la meta rival, gracias a un disparo de Bermejo que se revolvió dentro del área, pero su disparo fue repelido por Santamaría.

Durante la primera parte, las llegadas del Celta se limitaron a tiros lejanos en las botas de Toni, Orellana y Bellvís, que lo intentaron sin fortuna, pero el tempo del partido lo ponía el Girona, que poco a poco adelantó las líneas, con la batalla del centro del campo de su lado y posesiones largas e inconclusas. Una primera parte en la que los de Agné dejaron escapar vivo a un Celta que no dio la talla en los primeros cuarenta y cinco minutos.

En el descanso debió haber "Herrerina", porque los jugadores salieron muy enchufados. El técnico celeste movió el banquillo, dando entrada a Joan Tomás en lugar de un gris Toni. El partido era otro. El Celta ya dominaba el partido, gracias al equilibrio que le daba al equipo Joan Tomás, y Herrera decidió meter toda la carne en el asador con la entrada de Iago Aspas en lugar de Bermejo.

El partido ya tenía un claro dominador, y solo faltaba reflejar la superioridad con un gol. Pudo anotar David el primero, pero su remate tras un córner salió desviado. El toledano, sin embargo, no perdonaría en el minuto 56, tras una jugada iniciada por Hugo Mallo, que cede el balón a Joan Tomás, este conduce y ve a Orellana, que se interna dentro del área y chuta con la pierna derecha. Santamaría repele el disparo, pero David, como un auténtico cazagoles aparece para materializar el primer tanto de los celestes.

Al Celta aún le duró la inercia atacante unos minutos, durante los cuales pudo aumentar la ventaja, pero el Girona aún no había dicho su última palabra. Un poco antes del ecuador de la segunda mitad, Raúl Agné, al grito de "más madera, es la guerra", retiró al lateral izquierdo David García, para dar entrada al ex delantero de la Ponferradina, Gorka Saizar, pasando Moha a ocupar la posición de carrilero zurdo.  El marroquí fue una pesadilla para Hugo Mallo, que sufrió mucho con las internadas del habilidoso extremo zurdo.

El Girona adelantó las líneas y volvió a hacerse con el mando, pero seguía palideciando cuando se acercaba a la zona de tres cuartos. Allí, las ideas no afloraban y el Celta sorteaba con cierta solvencia sus acometidas. El partido, eso sí, se había vuelto una locura, una ruleta rusa, de la que el Celta quería sacar partido gracias a las contras, que se sucedían, especialmente en las botas de un Orellana, que a veces pecaba de individualista y otras de generosidad.

Herrera intentó dar mayor control del partido al Celta con la entrada de Oubiña, en lugar de David Rodríguez, regresando al trivote. El capitán aportó mucho en labores defensivas, y ayudó a desquiciar a un Girona que seguramente estaba pensando en su posición en la tabla conforme avanzaban los minutos. La lesión de Tortolero y sin cambios en el equipo de Agné, dejó aún más tocado al conjunto catalán, y sería en ese  momento cuando el Celta encontró el gol a la contra. Fue Natxo Insa quién condujo el balón, se la dio a Orellana que entraba por la derecha y su centro fue remachado a la red por Iago Aspas, que anotó su quinto gol en los últimos cuatro partidos.

Partido terminado y segunda victoria consecutiva en casa de un Celta que aleja los fantasmas de Balaídos y que vuelve a asomar por la zona noble de la tabla. Ahora toca refrendar la mejoría en casa con los buenos resultados que habitualmente cosecha el equipo de Herrera a domicilio. Y ojo, no obviemos que es el segundo partido consecutivo sin encajar goles, tal vez la mejor noticia.   Una pena que solo hubiese 5.300 espectadores en Balaídos. Otra lamentable entrada.


Ficha técnica 

Celta: Yoel, Hugo Mallo, Oier, Túñez, Bellvís, Insa, Bustos, Orellana, Toni (Joan Tomás, min.46), David (Oubiña, min.70) y Mario Bermejo (Iago Aspas, min.52)

Girona: Santamaría, Jose (Luso, min.33), Migue, Tortolero, David García (Saizar, min.64), Juanlu, Tébar, Dorca, Moha Dani Nieto, min.82), Corominas y Jandro.

Goles: 1-0, min.56: David; 2-0, min.89: Iago Aspas

Árbitro: Valdés Aller, del comité castellano leonés. Amonestó a Toni, Hugo Mallo, Bellvís, Moha, Dorca, Migue, Luso

Campo: Balaídos, 5.368 espectadores.

0 comments:

Publicar un comentario