La cara de Paco Herrera tras el empate del Celta en Jerez hablaba de satisfacción. Para el técnico celeste su equipo había logrado un punto gracias a un trabajo que solo sus lagunas defensivas pudo echar por tierra. «Ha sido un partido bonito en cuanto a que hubo seis goles. En la primera parte tuvimos veinte o veinticinco minutos muy buenos. Luego ellos han sido mejores que nosotros pero la segunda prácticamente ha sido nuestra y por ocasiones de gol pudimos habernos llevado incluso algo más que el empate».
La mala fortuna
Al enjuiciar lo sucedido sobre el campo también se quedó con la mala fortuna que habían tenido en los dos tantos que encajó el conjunto vigués en propia puerta. «Los dos goles los ha marcado Oier de rechace de rebote. Este es un equipo que tiene mucha profundidad en el tema de la estrategia. El año pasado ya nos ganaron con dos goles de saques de esquina aunque uno de ellos no había entrado. No hay más remedio que seguir trabajando en ese sentido porque no podemos seguir lamentándonos cada día con lo mismo e intentar sobreponernos».
Por último, quiso hacer una valoración muy positiva de lo sucedido en cuanto al punto que obtuvieron y que cree que puede tener consecuencias positivas de cara al futuro por haber sido capaces de remontar un marcador adverso. «Nos tenemos que quedar con que hemos sido capaces de darle la vuelta al marcador con dos goles en desventaja. Hemos tenido amor propio y esto nos tiene que servir para ser fuertes de cara al futuro», concluyó el entrenador céltico.
La Voz de Galicia
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