MVP Temporada 2005-06 | Borja Oubiña


El pasado domingo comenzó la Liga y con ella, la 7ª edición de la elección al mejor jugador de la temporada, que comenzamos en el Flog del Celta allá por la Temporada 2005-06. Durante estos días, recordaremos a los ganadores de las ediciones anteriores, aquellos que fueron elegidos por vosotros, por los lectores, como los más destacados del año, primero en el Flog y ahora en moiceleste.com, donde mantenemos y reforzamos la tradición de que seáis vosotros los que decidáis quienes son los mejores, año tras año. En estas entradas, destacaremos a los tres primeros clasificados de cada año, comenzando por la Temporada 2005-06.

1 Borja Oubiña
El vigués atravesaba el mejor momento de su corta carrera. Tras ser uno de los baluartes del ascenso a Primera División durante la temporada pasada, la importancia de Oubiña crecía domingo a domingo, así como su jerarquía en la plantilla y en el terreno de juego. Para el olvido nos dejó un maravilloso gol anotado ante el Sevilla, tras regatear a un buen número de jugadores, Oubiña se plantó solo ante Palop y lo batió con elegancia. Ayudado por Iriney, dominó el centro del campo de aquel equipo que bailaba al son que marcaba el canterano. Fernando Vázquez lo tuvo claro desde el primer día dándole mucho peso en el equipo, que agradecía las prestaciones de Oubiña.


2 José Manuel Pinto
Al igual que Oubiña, el del Puerto de Santa María atravesaba el mejor momento de su carrera, que en este caso no era corta, sino ya medianamente larga y cargada de suplencias desde su llegada a Balaídos procedente del Betis. Pinto tuvo paciencia y supo esperar su momento, y este llegó con el descenso a Segunda. Pinto se hizo indiscutible y a pesar de que el ascenso trajo el fichaje de Esteban, que parecía cerrarle las puertas, Pinto no se amedrantó y demostró que lo que podía hacer en la categoría de plata también lo podía hacer en Primera. Sus guantes obraron el milagro de llevar a la UEFA  a un equipo recién ascendido y el gaditano se haría con el Trofeo Zamora en una apretada lucha con Santiago Cañizares, otro mito de la portería celeste.


3 David Silva
Llegó a Vigo sin demasiado ruído. Su nombre tenía menos sonoridad que otros jugadores que llegaron aquel verano, pero se marchó tan solo un año después dejando una estela de calidad  y talento que hacían pensar que llegaría a ser un grande del fútbol. No nos equivocamos los aficionados celestes cuando encumbramos a Silva como el jugador revelación de aquella Liga y como una de las mayores promesas del fútbol español. Su zurda de seda, su rapidez y su capacidad de superación le convirtieron en uno de los jugadores más destacados del Celta y el principal motivo para comprar una entrada y acudir a Balaídos. Su juego sentó cátedra y aún se recuerda. Sus logros posteriores no sorprenden a los aficionados celestes.

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