Ayer reunió al grupo sobre el césped de A Madroa antes de la sesión de entrenamiento. Las caras eran largas por varios motivos. Por un lado por la reprimenda del entrenador al grupo, pero por otro por lo poco que habían dormido después de un largo desplazamiento desde Almería. Los celestes entrenaron ayer después de llegar procedentes de Madrid a primera hora de la mañana y de levantarse a las cinco de la madrugada.
El único que se refirió a esa conversación con el técnico fue Bustos, quien aseguró que «el equipo está dolido y tenemos ganas de reencontrarnos con nuestra mejor versión. El míster nos ha dado su punto de vista, y creo que mirándonos a nosotros mismos encontraremos la clave. Este equipo cuando juega bien puede ganar siempre, pero si no lo hace es casi imposible que lo logre». Los fantasmas del pasado parece que han vuelto, y la idea de Herrera es poder espantarlos cuanto antes.
Fuente: La Voz de Galicia
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