Cristian Bustos se convirtió el pasado año en el mejor jugador del Celta, y no fue de forma casual. El alicantino mantuvo una regularidad encomiable de principio a fin de la temporada. Y eso que comenzó como suplente, pero poco tiempo tardó Herrera en hacerle un hueco en el once, aunque fuese a costa de cambiar el sistema. La entrada de Bustos aportó solidez al equipo, y desde la 4ª jornada, ante el Tenerife estaría siempre en el equipo.
Se da la circunstancia de que Bustos destaca más en las derrotas que en las victorias, porque cuando el Celta ganaba, los flashes apuntaban a los goleadores, o tal vez al portero y a sus paradas salvadoras. Sin embargo, cuando perdíamos, cuando no habías estrellas a las que sacar a hombros, ahí estaba Bustos, ese pequeño gran hombre cuyo rendimiento era siempre el mismo. Siempre de 7. Nunca 9, nunca 4.
A poco que el equipo bajase el nivel, ahí estaba Bustos. Por eso sorprende el nivel que está dando este año, más bajo de lo habitual. Este domingo, el rendimiento del equipo no fue del todo bueno, y sin embargo, Cristian no destacó. Incluso fue suspendido en las votaciones de moiceleste.com, algo que no sucedía desde hace muchos meses. No ha empezado bien la temporada, y aunque todos sabemos que Bustos es un futbolista diésel, no deja de preocupar su rendimiento. El buen partido de Oubiña el pasado jueves (olvidemos el segundo gol del Elche en el partido del domingo) podrían poner en duda la otrora indiscutible titularidad de Bustos.
No sería raro que en las próximas semanas, Herrera hiciese alguna rotación sin que fuese necesario hacerlo, y Bustos viese el partido desde el banquillo. Oubiña viene pisando fuerte, y Natxo Insa está rindiendo a un gran nivel. Bustos está siendo menos indiscutible que nunca, pero eso sí, no dejemos de confiar jamás en él. Tal vez nos sorprenda.
0 comments:
Publicar un comentario