
Apareció Bermejo. Después de una pretemporada con más sombras que luces, el delantero cántabro por fin empieza a explicar el porqué de su fichaje. Llegó en el momento justo, en el instante preciso, en el encuentro importante. Desaparecido durante los bolos veraniegos, fue llegar la liga regular y sufrió una transformación. El lento y fallón delantero se convirtió en un atacante completo, sacrificado para el equipo, con un juego de espaldas sublime y una gran visión de juego. Señores, Bermejo ya está aquí.
Suelen escasear los elogios a los delanteros cuando estos terminan un encuentro sin mojar. No obstante, el partido de Bermejo en la Condomina bien merece romper esta mala costumbre. Aunque, como decimos, le faltó anotar un gol, todo lo demás lo hizo bien: defensivamente trabajó en la presión y ayudó a balón parado; mientras, en ataque, ofreció una serie de variantes al fútbol celeste que el año pasado brillaban por su ausencia.
Con el cántabro en el campo, el Celta tiene al típico delantero tanque, capaz de bajar un ladrillo del cielo para convertirlo en un balón que jugar con sus compañeros, capaz de ganarlo todo por arriba y permitir la sucesión de segundas jugadas de las que se pueden aprovechar jugadores veloces como David Rodríguez o Quique De Lucas, con habilidad suficiente como para retener el esférico de espaldas a portería y ofrecer oxígeno al equipo en los momentos de más agobio. Es decir, un lujo que si aun por encima es capaz de aportar goles, se convertirá en un futbolista valiosísimo.
Su gran virtud se resume en el primer gol del Celta. Minuto 29, pase de Hugo Mallo en tres cuartos de campo. Bermejo recibe de espaldas y consigue girarse. Ve el marcaje de ruptura de David Rodríguez y envía un pase por arriba, milimétrico, a la espalda de la defensa. El talaverano controla con el pecho y fusila a Alberto. 0-1 y todos a abrazar a Bermejo por su brillante asistencia.
Es cierto que sigue faltándole ver puerta. En el día de ayer tampoco dispuso de muchas ocasiones para hacerlo. Su trabajo estuvo encaminado a ayudar al equipo. Pero fue en parte, gracias a su esfuerzo, por lo que David y De Lucas pudieron lucirse.
No estaba en las quinielas, parecía que no iba a ser titular, pero Herrera confió en él y no defraudó. Apareció Bermejo. Esperemos que la semana que viene en Huelva consiga, además de realizar un buen encuentro, abrir una cuenta goleadora que seguro se incrementará ostensiblemente a lo largo de la temporada.
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