Comenzar la Liga ganando es fundamental para cualquier equipo, pero en el caso del Celta, lo es doblemente, ya que en los últimos años, el primer partido ha marcado casi siempre la temporada, a excepción precisamente del último curso. En aquella ocasión, el Celta perdió ante el Barcelona, aunque ello no fue óbice para que el equipo remontara el vuelo con seis victorias consecutivas que le auparon a las primeras posiciones.
Sin embargo, en años anteriores, el primer partido siempre fue decisivo. Desde el descenso a Segunda, el Celta no ha ganado jamás el primer partido, con el resultado que todos conocemos en las tres primeras temporadas. Empate ante el Córdoba en la 2007-08 y sufrimientos innecesarios, derrota ante el Girona en la 2008-09, y salvación gracias a Iago Aspas. Por último, en la 2009-10, se perdió ante el Numancia, y el equipo malvivió en la zona baja de la tabla.
Antes, en Primera, tenemos el ejemplo de los dos últimos descensos. Empate ante el Murcia, precisamente nuestro primer rival, en la 2003-04 y derrota ante el Barcelona en la 2006-07. Entre esas dos temporadas, vinieron dos campañas exitosas; la 2004-05, con el ascenso a Primera, comenzó con una victoria en Almería (0-1) con gol de Jandro de Penalty, y en el regreso a la máxima categoría se derrotó fácilmente al Málaga (2-0) iniciando una exitosa temporadas que acabaría con el equipo clasificado para Europa.
En años anteriores, la inercia era similar, ya que el primer partido ha marcado casi siempre, casualidad o no, el destino del Celta. El año pasado, los de Paco Herrera fueron capaces de derrotar ese capricho, aunque finalmente no se logró el objetivo y el Celta siguió en Segunda. El hecho de empezar a domicilio es un alivio, ya que las experiencias en casa no han sido nada buenas. Con todo, creo que es fundamental y será decisivo saber en qué posición estaremos en la jornada 10. Ahí sabremos cual será el verdadero objetivo de este equipo, y que posibilidades hay de lograrlo.
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