Kevin Vázquez y Diego Simón se han convertido en las grandes sorpresas del verano en A Madroa. Ambos han aprovechado la escasez en los laterales para realizar la pretemporada con el primer equipo e intentar convencer a Paco Herrera de que pueden ser opciones válidas para suplir a Roberto Lago, Hugo Mallo y Oier Sanjurjo en caso de necesidad.
A diferencia de otros jugadores llegados del filial como Jota, Gaffoor o Pillado, trabajan sin la presión de tener que convencer al cuerpo técnico para ganarse un sitio en la primera plantilla. Saben que, por ahora, son invitados de excepción y que su sitio natural está con Fonsi Valverde en el Celta B. "Estoy aprendiendo y trabajando mucho. Si me bajan pues estaría muy contento de haber estado aquí", comenta Kevin, lateral nacido en Nigrán aún en edad juvenil que tiene muchos espejos en donde mirarse para luchar por un hueco en el Celta: "Hay muy buenos laterales en la ciudad, mucha historia, Otero (también es nigranés) es un referente y Hugo Mallo, que llegó aquí con 18 años como yo y ahora ya lo ves, está en el Mundial haciéndolo muy bien".
El caso de Diego Simón es algo diferente. Tras rozar el ascenso con el Mirandés a Segunda, el Celta lo contrató para el filial. Lo que no se podía esperar era que iba a llegar y besar el santo. "El acuerdo que tenía ni siquiera era para realizar la pretemporada pero la sorpresa que me dieron fue muy agradable y aquí estoy", afirma, deseoso de seguir aprendiendo y contento de compartir vestuario con roberto Lago: "Es de los mejores, sino el mejor de Segunda".
Kevin Vázquez y Diego Simón son jugadores, además, muy diferentes, que aportan cosas distintas en cada costado. Diego es zurdo, corpulento, físico, sin miedo a nada: "Soy de esos que pelean cada balón, que meten la cabeza en un cuenco de ladrillo si hace falta, un lateral fuerte que sabe que cada balón no se puede escapar". Kevin, por su parte, es un extremo reconvertido a lateral, al que le gusta asomarse a las posiciones de ataque en cuanto puede, más parecido a Roberto Lago y Hugo Mallo.
Durante estas semanas, Paco Herrera ha estado muy pendiente de su evolución, corrigiéndolos en todo momento y estado muy encima. Ambos lo agradecen. "Es muy buen entrenador, muy exigente, alguna vez se quedó conmigo entrenando para mejorar unas cosas", comenta Kevin, a lo que asiente Simón: "Nos corrige mucho, eso quiere decir que tiene ganas de que avancemos en esto del fútbol".
Una fecha marcada en el calendario es el primer partido de Liga ante el Girona, ya que la baja de Roberto Lago y la más que probable de Hugo Mallo deja a Oier como único lateral de la primera plantilla disponible. Tanto Kevin como Diego prefieren centrarse en el presente, aunque no pueden dejar de soñar con vestir de celeste en un partido oficial. "Madre mía, ojalá pudiera debutar", comenta Kevin.
Por el momento, ya pueden presumir de haber jugado en en el estadio de Balaídos ante el Sporting de Braga en el Memorial Quinocho. "Venir aquí y el primer partido jugarlo en Balaídos significa mucho para mí", dice Diego Simón.
A falta de poco más de dos semanas para iniciar el campeonato, tanto Kevin como Diego se han postulado como alternativas y lucharán al máximo para aprovechar la mínima oportunidad que tengan. Ganas y trabajo no les faltan.
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