El desastre del fútbol español


Parafraseando a Mario Bermejo, el fútbol español es un auténtico desastre. Esto es un hecho, que mucho que intentemos mirar hacia otro lado salta a la vista. Los futbolistas se han puesto en pie de guerra, con toda la razón del mundo. Cuando uno piensa en un futbolista suele equivocar el concepto de señorito rico que vive por dar unas patadas a un balón. Y que vive muy bien. Esos son los menos. La segunda división es un infierno, sobre todo para los jugadores, que a duras  penas cobran su salario, firmado por sus empleadores, y a los que se les exige tanto o más que a los acaudalados futbolistas de los grandes equipos.

No hablemos ya de la segunda B, a la que no le concierne esta huelga, pero cuya miseria es terriblmente mayor. Los equipos de la categoría de bronce solo son noticia cuando los jugadores de este o el otro equipo se quedan a dormir en el club como forma de protesta. Por desgracia, suelen ser noticias más veces de las deseadas.

La situación es grave y se exige una solución. Entiendo los planteamientos de los futbolistas, hartos de  promesas incumplidas y rodeados de lobos con piel de cordero que solo buscan su interés y beneficio personal, aunque eso perjudique a su club, a sus jugadores o al fútbol. Todo es comprensbile, la huelga es necearia, pero tal vez inconveniente. Hasta que el calendario sea normal, es un lujo plantearse una huelga, porque el daño al fútbol puede ser incluso mayor que el que se persigue evitar.

La solución a todos estos problemas sería una redistribución de la riqueza, un reparto lógico de los derechos de televisión, que permita a los clubes modestos afrontar los pagos, la mejora de la Segunda División partiendo de un mejor trato por parte de la LFP, que supedita todo su interés y sus ingresos a la máxima categoría, olvidándose de la segunda categoría y de sus 22 aficiones.

El fútbol español necesita una revisión a fondo. Los clubes tendrán que sentarse y hablar. El modelo de negocio de la Liga es insostenible, con dos trasatlánticos que lo devoran todo a su paso. Así es imposible. La clase media del fútbol español desaparece, y el estamento que organiza, dirige y coordina la Liga, en lugar de socializarla, no hace sino apoyar este defase entre los dos equipos de arriba y el mismo. La liga escocesa que tenemos montada no es rentable, y lógicamente, si no es rentable, los jugadores no podrán cobrar. Ahí está probablmente el mal de este negocio. Hay que arreglar la situación de los jugadores ya, para que el fútbol empiece a rodar en su fecha, pero lo que se hará no es sino un parche, porque la vía de agua está mucho más arriba. El  problema es quién se atreve a explicarle a los millones de aficionados que tienen estos dos equipos que a partir de ahora tendrán qeu conformarse con tener 10 cracks mundiales, en lugar de 25 como ahora.

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