El Elche será el otro finalista del Play-off por el ascenso, luego de eliminar al Real Valladolid en un partido con protagonismo nuevamente para el colegiado de turno, en este caso el gallego Amoedo Chas, que señaló mano cuando un defensa vallisoletano toca el balón claramente con la cabeza. La falta sería botada por Edu Albácar que anotaría el 2-1.
Una vez más, los árbitros se convierten en protagonistas de unos play-offs cuyos actores principales son los suficientemente buenos como para que los secundarios tomen un protagonismo del que no se han hecho acreedores.
El Valladolid defendía la renta de un gol de ventaja, exactamente lo mismo que tenía que defender el Celta el sábado, y todo se le puso de cara cuando Óscar anotó mediada la primera mitad. El Elche debía meter tres goles, una quimera.
Pero si este Elche ha demostrado algo a lo largo de la temporada es su increíble capacidad de reacción y una extraordinaria entereza a la hora de encajar golpes a lo largo de la temporada. Edu Albácar puso el primero tras un fallo de Javi Jiménez, y unos minutos después el segundo tras la acción polémica del partido. Ya en la segunda mitad, una indecisión entre Jordi Figueras, ex del Celta, y el propio Javi Jiménez la aprovechó Ángel para empujar el balón al fondo de las mallas y poner el 3-1. Sería gol aún sin la colaboración del delantero canario. 22 años después, el Elche podría regresar a Primera División.
El Real Valladolid seguirá, por tanto, un año más en la categoría de plata, y a buen seguro volverá a ser un rival muy serio en la lucha por el ascenso. El conjunto castellano es un clásico de Primera y no aceptará facilmente dos fracasos consecutivos. Tal vez cambiar de entrenador ayude, o tal vez, simplemente, no cruzarse con Amoedo Chas.
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