La segunda parte del partido de ayer ante el Las Palmas nos recordó a aquel equipo que, no hace mucho, ilusionaba al celtismo. Fueron los 45 minutos más completos del equipo desde que comenzó la crisis, allá por principios del mes de marzo.
Y todo con una simple corrección táctica. Herrera se desprendió de un pivote defensivo como López Garai, para dar entrada a Trashorras, un jugador con mayor capacidad de creación, capaz de poner pausa y dirigir al equipo con maestría.
Y ni tan siquiera hizo falta que Trashorras jugase el partido de su vida. Simplemente haciendo lo que sabe el equipo encontró sentido.
Faltó un Quique de Lucas más acertado, y faltó rematar mejor en general para traerse tres puntos a Vigo que seguramente mereció el Celta, y aunque no se ganó, da la sensación de que el equipo se reencontró consigo mismo y encontró el camino que lo llevó al liderato no hace muchas semanas.
Una situación que el celtismo agradecerá después de unas semanas en las que el equipo esta irreconocible, con un juego impropio de lo que este equipo puede llegar a dar y que, a buen seguro, será indispensable para afrontar con garantías la recta final de la temporada.
Eso sí, tenemos que defender mejor. No todos los días nos encontraremos con las madres que tiene el Las Palmas en la delantera.
Un Celta reconocible
Publicado por Marcos L. Bacariza el 5/01/2011 04:30:00 p. m.
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