Es de suponer que el partido del sábado serviría para despejar ciertas dudas con respecto a la figura de Roberto Trashorras. El de Rábade acumula detractores con la misma facilidad que cuenta admiradores. En torno a su figura se generan debates semana sí y semana también sin que llegue el consenso.
Este año, la buena marcha del equipo y el rendimiento del futbolista, habían acallado a esa masa de detractores que esperan el más mínimo fallo del centrocampista para iniciar el proceso de quema público. A buen seguro que, al ver el rendimiento del equipo el sábado tras su entrada al campo, habrán guardado los fusiles para otra ocasión.
Y eso que el partido de Trashorras no fue nada del otro jueves. Fallón cerca del área, donde se volvió bastante espeso, no fue capaz de sentenciar a la UD Las Palmas cuando todo estaba de cara, pero su sola presencia en el equipo hizo que éste cambiase. De repente, Bustos dejó de perder balones tontos porque tenía a Trashorras para dársela y no complicarse. De repente De Lucas vio como ante sí tenía un carril entero por explorar sabiendo que alguien se la podría pasar, y Michu también se entonó sabiendo que su primer toque tendría más sentido si el balón venía o iba hacia Trashorras.
La presencia de Trashorras es indispensable en este equipo. Incluso en sus malas tardes. El equipo cambia radicalmente y, aunque no garantiza la victoria, a buen seguro que estará más cerca con el "10" en el campo que fuera de él. Sus detractores tomarían buena nota, aunque lo más importante es que sea Herrera quién la tome. No discuto sus razones para dejarlo fuera, ya que seguro que no le faltaban motivos para hacerlo, pero ahora, amigos, pongámonos a jugar al fútbol. Y para eso, hace falta Trashorras.
0 comments:
Publicar un comentario