Este Celta baila al ritmo que marca Quique De Lucas. El catalán es clave en el juego del Celta, que acusa mucho sus ausencias, y no me refiero solo a cuando no puede jugar por cualquier circunstancia.
Por desgracia, De Lucas no ha aparecido mucho en los últimos partidos y eso se ha traducido irremediablemente en la peor racha de la Temporada. La llegada del catalán marcó la diferencia entre un equipo hecho para la permanencia y poco más, y otro hecho para ascender. Su comunión con David y Trashorras llevó al Celta a lo más alto de la tabla e hizo creer al celtismo en el olvidado sueño del ascenso.
El Celta lideraba la tabla y era un equipo solvente hasta que llegó el fatídico mes de marzo, un mes en el que De Lucas no ha estado nada bien, fallando goles que antes no solía y sin ser tan participativo como de costumbre... y el equipo lo está acusando.
Necesitamos que vuelva De Lucas como el comer. Que vuelva aquel De Lucas que nos maravilló durante los primeros meses de competición y que está bastante desaparecido ultimamente. Hay un jugador que lleva el 22 y se le parece mucho, pero no es él. Si vuelve el de verdad, el ascenso volverá a ser una posibilidad real.
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