¿Hasta cuándo nos seguirán tomando el pelo?




Se suele decir que los árbitros son malos y que los errores, como humanos que son, suceden sin control. Nos dicen que el problema es que arbitrar es muy dificil, que no es fácil decidir en décimas de segundo y que los jugadores tampoco les ayudan. Y en definitiva, que al final los errores se compensan, y que lo mismo te dan que te quitan. Nos dicen que todo es pura casuística y que no están dirigidos, que no hay predisposición en contra o a favor de nadie.

Claro, estos argumentos son acertados en parte. Sé que los árbitros son bastante malos porque no hay nada más que verlos arbitrar, pero analizando sus errores uno no puede evitar preguntarse cosas.

Dice la teoría que los árbitros dan y quitan, pero eso solo es en teoría, porque en la práctica con nosotros solo se cumple la parte que dice que te quitan. En el caso del Celta, los árbitros algunas veces te quitan y otras no, pero aún falta el día en que nos den.

Repasemos las teorías arbitrales: ¿Son malos? Sí, pero deberían serlo siempre. ¿Cómo es posible que un árbitro tenga el ojo de halcón incorporado para ver el codazo de Falcón y sin embargo no vea una mano clarísima dentro del área celtiña de un jugador del Villarreal? ¿Cómo es posible que un árbitro vea penalty en una falta de un delantero a Falcón y no lo vea en una entrada sobre David o De Lucas?

Son tantas preguntas que a uno no dejan de sorprenderle. El mismo árbitro que nos robó en Villarreal lo hizo hoy en Sevilla. Un árbitro que tiene que consultar a su linier si es amarilla o no la primera de Roberto Lago y que sin embargo en la segunda mitad desatiende las indicaciones del mismo asistente al señalar saque de puerta cuando el linier señalaba córner a favor del Celta.

¿Por qué no tuvo con Iago Aspas la piedad que tuvo con Beñat? ¿Desde cuando una mano involuntaria es amarilla y por qué le enseña una amarilla a un jugador del banquillo? ¿Tan grave era lo que estaba diciendo? ¿Tan necesario era? ¿Por qué a Aspas si y a Pepe Mel, que se metió dentro del campo a protestar no se la enseñó?

Los árbitros nos están haciendo mucho daño. Mucho. Y no es casualidad. Yo no creo en las casualides ni en el error humano. El único error que veo aquí es intentar competir con Betis y Rayo.

Mi teoría es que los árbitros son malos, de inútiles, y malos por tendenciosos y maquiavélicos, y mi pregunta es: ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo tendremos que consentir esto? ¿Cuánto tiempo más se reirán de nosotros? Tengo claro que esto no es casual y algo habrá que hacer.


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