Ganar, ganar y ganar. No queda otra. Al Celta le llegan las urgencias tras dos derrotas consecutivas, y aunque este bache se lo podía permitir por el colchón de puntos alcanzado, convendría poner fin a la sequía para evitar que la situación se complique.
No le sentó bien al Celta la semana de tres partidos. Dos derrotas y muchas bajas, ya que la semana fatídica del Celta ha dejado muchos heridos en el vestuario. Hace quince días éramos felices tras la victoria en Tarragona y los 4 puntos sobre el Rayo y 5 sobre el Betis nos daban tranquilidad. La enfermería, completamente vacía y la sensación de que casi éramos de Primera.
Hoy muchas cosas han cambiado, pero los jugadores han enviado durante la semana un mensaje de tranquilidad a la afición, que tendrá que redoblar esfuerzos para apoyar al equipo y que se consigan los tres puntos.
El partido no llega en el mejor momento. Mucha bajas, muchas ausencias por sanción o lesión, y un equipo de circunstancias ya que las ausencias se concentran casi todas en el centro del campo. Herrera tiene claro lo que hará, poner a Oubiña de titular al lado de Bustos, aunque no lo diga. Su idea es clara, Borja jugará 45-60 minutos y luego será sustituído, salvo causas de fuerza mayor. Será el regreso de Oubiña, nuestro hijo pródigo, que vuelve tras más de 3 años de lesiones con el paréntesis de la época de Pepe Murcia.
Si la vuelta de Oubiña es un motivo de ilusión para el celtismo, no lo es menos la presencia de Jota. El canterano es una de las joyas de la corona celtiña y nos ha entusiasmado con su juego, tanto en el filial como en el primer equipo. Tiene opciones de jugar, aunque no será de inicio, ya que para el once, Herrera tiene otra idea.
El equipo no cambiará mucho del habitual, salvo por los cambios obligados. Falcón estará en la portería, con Murillo, Vila, Catalá y Roberto Lago en defensa. Por delante de ellos, un doble pivote con Bustos y Oubiña. Michu y Trashorras serán los enlaces con la delantera en la que formarán De Lucas y David.
Herrera recuperará el 4-2-2-2 que tan buenos resultados dio en Elche o Cartagena, con Michu al lado de Trashorras, muy cerca del área rival, ahí donde el asturiano puede hacer daño con su pegada. No se espera que David sea sacrificado en el día de hoy a pesar de no estar atravesando su mejor momento. La situación de David y del Celta es parecida. Si la crisis del Celta se cura ganando, la de David se cura marcando. Ni más ni menos.
Y tal vez el Villarreal B no sea precisamente el mejor medicamente para la crisis celtiña. Los chicos del mini submarino amarillo, liderados por el vigués Iago Falqué, cuentan con jugadores de gran calidad como nicki bille, Marcos Gullón y compañía, que intentarán ponerle las cosas complicadas a Falcón. En la meta, otro vigués, Diego Mariño, intentará evitar que David y De Lucas se estrenen.
El partido promete para el espectador imparcial. Dos equipos con buen gusto futbolístico, futbolistas deshinibidos y muy poco en juego por parte del Villarreal. El Celta se juega la vida, pero ya hemos demostrado que no nos olvidamos de jugar en tales circunstancias. Por tanto, puede ser una bonita tarde de fútbol, tal vez con bastantes goles y con la ilusión de que todos sean a nuestro favor.
El celtismo necesita una victoria que le devuelva la sonrisa.

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